La tormenta tropical Rafael se acerca a Cuba y se espera que llegue al occidente del país como un huracán. Este fenómeno meteorológico plantea una gran amenaza para la capital cubana, La Habana, que, según las trayectorias probables, quedará al este del ciclón. El cual, según estudios meteorológicos, es el más peligroso en un huracán. Te explicamos.
Los expertos explican que el lado derecho de un huracán concentra los vientos más fuertes y genera las mayores lluvias. Esto ocurre debido a la rotación ciclónica en sentido antihorario en el hemisferio norte, que provoca que el lado derecho combine la velocidad de rotación del huracán con su movimiento de avance.
Esa situación aumenta significativamente el poder destructivo en la parte derecha, impactando especialmente a las zonas con infraestructura frágil.
Situación delicada en la capital
Para La Habana, el impacto podría ser devastador. La capital presenta una situación crítica en su infraestructura, caracterizada por edificios antiguos y un fondo habitacional deteriorado.
La alta densidad de población y el estado precario de muchas construcciones elevan el riesgo de que el impacto de Rafael cause graves daños. A diferencia de otras zonas menos pobladas, un impacto directo o cercano en el lado derecho de la ciudad podría resultar en colapsos estructurales y un alto número de damnificados.
El lado derecho de un huracán no solo representa mayor intensidad de viento, sino también olas más altas y una probabilidad elevada de marejadas ciclónicas. Este fenómeno, al llegar a la costa, puede provocar inundaciones severas, especialmente en áreas bajas.
En el caso de La Habana, barrios costeros y zonas con infraestructuras vulnerables se encuentran en una situación de alto riesgo ante estas marejadas, que se suman al aumento de las lluvias y la velocidad del viento en esa parte del ciclón.
Además, el lado derecho también suele provocar la formación de tornados, lo que podría intensificar aún más el riesgo para las áreas afectadas. Estos tornados asociados a huracanes suelen ser breves pero extremadamente destructivos, impactando áreas pequeñas con gran intensidad.
Para una ciudad como La Habana, con edificaciones antiguas y vulnerables, la probabilidad de que estos eventos ocurran en el contexto de Rafael añade un nuevo nivel de amenaza.
Medidas a tomar en La Habana y el occidente cubano
El Instituto de Meteorología y las autoridades de Defensa Civil han alertado a la población de La Habana sobre la importancia de tomar precauciones adicionales. Ante la posibilidad de fuertes lluvias, marejadas e intensos vientos, los residentes deben mantenerse informados y seguir al pie de la letra las instrucciones de evacuación y seguridad:
- Asegurar que la vivienda cumpla con las medidas de protección necesarias.
- Retirar y proteger antenas, paneles solares u otros dispositivos externos.
- Llenar los depósitos de agua en el techo y asegurar sus tapas firmemente.
- Permanecer en el lugar seguro mientras dure el impacto del ciclón.
- No regresar al hogar hasta que se confirme que no existen riesgos de derrumbe.
- Fomentar la cooperación con los vecinos para apoyo mutuo.
- Mantener estrictas normas de higiene y salud.
- Guardar sustancias peligrosas en envases sellados y protegidos de la humedad.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- No acercarse a embalses, ríos o lagunas para actividades recreativas.
- No tocar cables eléctricos que puedan estar en el suelo.
- Mantenerse lejos de zonas con riesgo de derrumbe o deslaves.
