Las nuevas políticas de Trump buscan desmantelar las directrices de inmigración de la administración Biden y retomar medidas que marcaron su primer mandato.
El próximo gobierno de Donald Trump trabaja en la implementación de estrictas políticas migratorias, incluyendo deportaciones masivas, el regreso de programas como “Permanecer en México” y la construcción de nuevos centros de detención, según fuentes cercanas al equipo de transición.
Durante su campaña presidencial de 2024, Trump hizo de la inmigración un tema central, prometiendo reforzar el control fronterizo y ejecutar deportaciones a gran escala. A diferencia de su enfoque anterior en la construcción de un muro fronterizo, ahora dirige su atención hacia la aplicación interna y el retiro de migrantes indocumentados ya presentes en Estados Unidos.
Medidas planeadas y primeros pasos
El equipo de transición está considerando una serie de órdenes ejecutivas que podrían implementarse desde los primeros días de su mandato.
Entre estas, destacan la reinstauración de “Permanecer en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar sus audiencias fuera de Estados Unidos, y la revisión de las restricciones de asilo.
También se busca eliminar los programas de libertad condicional humanitaria introducidos por Biden y reformar las prioridades de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Una orden ejecutiva clave incluiría la detención obligatoria de migrantes, eliminando las liberaciones que suelen ocurrir debido a la falta de recursos federales. Esto allanaría el camino para detenciones y deportaciones masivas.
Infraestructura y recursos necesarios
El equipo de Trump evalúa ampliar la capacidad de detención, considerando la construcción de nuevos centros en áreas metropolitanas clave.
La posibilidad de declarar una emergencia nacional para acceder a recursos del Pentágono está sobre la mesa, tal como se hizo en su primer mandato. Además, se espera que se refuercen las colaboraciones con el sector privado y cárceles locales para incrementar la disponibilidad de camas.
Empresas como CoreCivic, uno de los mayores operadores de prisiones privadas en Estados Unidos, ya anticipan un aumento en la demanda de capacidad de detención. Según su CEO, Damon Hininger, “el resultado de esta elección probablemente aumentará la necesidad de espacio para detenidos”.
Equipo de transición y enfoque operativo
Figuras clave como Tom Homan, exjefe de ICE, liderarán la implementación de estas políticas como “zar fronterizo”. Stephen Miller, conocido por su postura dura contra la inmigración, asumirá como subjefe de personal para políticas. Ambos diseñaron medidas controvertidas durante el primer mandato de Trump, como la separación familiar y las redadas laborales.
El enfoque inicial estará en detener los flujos migratorios y centrarse en los migrantes ya presentes en Estados Unidos bajo políticas de Biden. Estas acciones, según fuentes, serán priorizadas en los primeros días de gobierno.
Impacto y reacciones
Aunque Trump deportó a más de 1.5 millones de personas en su primer mandato, esta cifra es inferior a las registradas durante la administración Obama. Sin embargo, las nuevas medidas buscan endurecer aún más las políticas migratorias, marcando un cambio significativo que afectará a millones de migrantes y sus familias.
Defensores de los derechos de los inmigrantes y críticos han señalado que estas medidas aumentarán las tensiones sociales y económicas, mientras que los sectores más vulnerables se enfrentarán a un escenario de incertidumbre. La implementación de estas políticas plantea un debate sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos humanos en el contexto migratorio de Estados Unidos.
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