El norte de Florida se prepara para una tormenta invernal sin precedentes que amenaza con generar caos en las próximas horas.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia debido al impacto de nieve, lluvia helada y temperaturas bajo cero, que podrían provocar interrupciones eléctricas y problemas de tránsito en varias regiones.
El fenómeno afectará especialmente al Panhandle, donde se prevé una acumulación de nieve superior a los cinco centímetros, un evento histórico para esta región conocida por su clima cálido. La combinación de condiciones climáticas extremas ha llevado al gobernador Ron DeSantis a instar a los residentes a evitar viajes innecesarios y a extremar precauciones ante las carreteras resbaladizas.
Desde Jacksonville hasta Tallahassee, la lluvia helada y el hielo se presentan como los principales retos, mientras que el cierre de escuelas, cancelación de vuelos y la habilitación de refugios emergentes son parte de las medidas para mitigar el impacto.
Equipos de emergencia trabajan a contrarreloj para garantizar la seguridad de los residentes y minimizar los efectos de esta tormenta que marca un antes y un después en la historia climática del estado.