Los congresistas cubanoamericanos estarán ante una encrucijada por las nuevas políticas de Trump. ¿Apoyan sin cuestionamientos al presidente o representan a sus votantes?
La propuesta de la administración de Donald Trump de prohibir categóricamente la entrada de ciudadanos cubanos a Estados Unidos podría generar un dilema para los congresistas republicanos de Florida.
La medida afectaría directamente a miles de residentes del sur del estado con familiares en la isla, colocando a figuras como Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez en una difícil posición política.
Pero no es solo esta medida la que daña a los votantes cubanoamericanos directa o indirectamente. Desde que el republicano asumió la presidencia no son pocas los disgustos que ha generado en la que es su comunidad de votantes más fiel dentro de los latinos en Estados Unidos.
¿Respaldar a Trump o defender a la comunidad cubanoamericana?
El plan, elaborado por Stephen Miller, asesor migratorio de Trump, forma parte de una orden ejecutiva que busca restringir la entrada de ciudadanos de países incluidos en una lista roja, entre ellos Cuba, Irán, Corea del Norte y Venezuela.
A diferencia de restricciones anteriores, esta prohibición no contemplaría excepciones, afectando a personas enfermas, ancianos y disidentes políticos. Todavía se sabe muy poco, pero la filtración del borrador ya ha generado preocupación dentro del Partido Republicano, especialmente en Florida.
Aquí una gran parte del electorado cubanoamericano ha respaldado a Trump incondicionalmente, pero tras sus primeros meses de gobierno no todos son tan entusiastas.
Por otro lado, el politólogo Eduardo Gamarra, de la Universidad Internacional de Florida (FIU), advirtió que esta medida podría provocar un cambio en el apoyo de los votantes cubanoamericanos:
«Aunque la mayoría de los cubanoamericanos respaldan a Trump, podrían cambiar su percepción si las políticas migratorias afectan a sus propios familiares y allegados.»
Silencio en el Congreso y posible impacto electoral
Hasta ahora ni Salazar ni Giménez han comentado oficialmente sobre la propuesta, lo que subraya el secretismo con el que se ha manejado este plan. La oficina de Díaz-Balart, por su parte, no ha respondido a los medios.
Sin embargo, el dilema para estos legisladores es: ¿defender la política de su partido o responder a las preocupaciones de su comunidad?
Si bien el voto cubanoamericano ha sido históricamente conservador, medidas como la cancelación del parole humanitario y ahora esta posible prohibición podrían modificar la dinámica electoral en el estado. Por no hablar del acercamiento a Putin y otros pasos desconcertantes de Trump.
Impacto en los acuerdos migratorios con Cuba
La prohibición también podría torpedear los acuerdos migratorios entre Washington y La Habana, vigentes desde 1984, que establecen la emisión de 20.000 visas anuales para cubanos que desean emigrar legalmente a Estados Unidos.
En este contexto, Cuba podría negarse a seguir aceptando deportados, lo que aumentaría la presión sobre el sistema migratorio estadounidense.
Mientras tanto, miles de cubanos en Estados Unidos y en el extranjero enfrentan una incertidumbre creciente. Los líderes políticos de Florida aún no definen su postura frente a una medida que podría cambiar radicalmente el panorama migratorio. Pero también el político.