Sin lugar a dudas, el cubano tiene una manera de ser que lo caracteriza. Su simpatía, su efusividad, su calidez. Desde el mismo momento en que un cubano te saluda, te está transmitiendo toda la alegría y toda la simpatía que, por naturaleza, el pueblo cubano lleva consigo.
Esto es algo propio del cubano, y que no comparten muchos otros pueblos y culturas. Sin embargo, si usted vive o visita Cuba, enseguida sentirá que estas características hacen del cubano un ser especial.
La manera en que el cubano realiza un saludo, es un código de comunicación propia nuestra y que no encontrará en ningún otro lugar o país.
Siempre que el cubano te saluda, te pregunta, a su manera, ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Pero, no lo hace con estas palabras, casi nunca. En su lugar, emplea frases populares, maneras de decir que todos conocen y comporten, porque han sido usadas durante años, por todos, o casi todos en Cuba.
Estas son algunas de las formas más comunes de los que podríamos nombrar como un saludo a lo cubano:
- ¿Cómo está la cosa?
- ¿Qué es de tu vida?
- ¡Estás más perdido que la carne de puerco!
- ¿En qué andas?
- ¿Cómo se anda?
- ¿Cómo está la mecánica?
- ¿Cómo te lleva la vida?
- ¿Qué me cuentas de tu vida?
- ¿Qué andas haciendo?
- ¡Me tienes olvidado!
- ¿Qué bolero?
- ¿Dónde tú andas metido?
- ¿Qué bolá?
- ¿Qué vuelta?
- ¡Tú te pierdes!
Estas frases son muy usadas, y tienen la peculiaridad de ir acompañadas casi siempre, de un vocativo, o manera de nombrar cariñosamente a la persona que se saluda. Algunos de estos vocativos son:
- Mi hermano o Mi hermana
- Asere
- Mi Brother
- El mío o la mía
- Mi socio
