El actor cubano César Évora ha ofrecido una entrevista reciente al programa mexicano “El minuto que cambió mi destino”, donde repasó los detalles más importantes de su vida y su carrera.
Évora, quien nació en noviembre de 1959, contó que vivía solo con su madre.
“Mi papá emigra por razones políticas más que nada y me cría mi abuelo. Crezco en la casa de mis abuelos maternos, hago mi vida en Lawton”, dijo al periodista Gustavo Adolfo Infante.
El actor explica que “es el mismo barrio de Celia Cruz, un barrio de pueblo”, sostiene mientras celebra esa coincidencia.
Sobre su familia aclara que es hijo único por parte de su madre y padre, pero que tiene “dos medias hermanas inglesas, una es cantante de ópera, y la otra tiene su negocio”.
Habla sin reparos de detalles que siempre quieren conocer los seguidores de cualquier artista.
“Soy un hombre muy enamorado de mi pareja, de mi esposa, de Vivian. Llevamos casi 22 años de matrimonio y mientras más pasa el tiempo más enamorado estoy de ella. Si algo he logrado en mi vida es gracias a ella”, confiesa.
El actor de “Una novia para David” y “La bella del Alhambra” manifestó que “tiene a su madre en Cuba, un hijo en Madrid, mi padre al sur de España, una hija en Miami y otra en México”.
Mientras declara su amor por México, admite que se siente fuera de lugar cuando regresa a Cuba:
“Yo me sentí extranjero en Nueva York, me he sentido extranjero en Europa, en Sudamérica, en cualquier otra parte del mundo. Me he sentido, y lo voy a decir con todas sus letras, extranjero en Cuba”.
Évora explica que “han cambiado muchas cosas y ya no es el lugar donde creciste”.
“Es una sensación dura y amarga, pero no puedo decirlo de otra manera”, agrega.
Sus sentimientos son muy diferentes respecto a México. “Nunca me he sentido extranjero en México. Cuando llego a México, venga de donde venga, y estoy entrando a ese aeropuerto, y estoy caminando digo: “ya estoy en mi casa”. Es una paz, es un sentimiento especial. Nadie me puede quitar eso”.
Sobre Cuba, asegura que fue “el primer actor independiente”.
“No tenía que rendirle cuentas a nadie, mi vida era mía, mi carrera era mía, si yo me buscaba un trabajo era problema mío”. Cuenta que lo “boicotearon”.
“Me trataron de tener sin trabajo por un tiempo, me trataron de estrangular, yo aguanté”, añadió.
He trabajado como loco, me encanta trabajar. El publico me ha bendecido mucho con mucho cariño, mucho respeto, eso no hay manera de agradecerlo. Nunca me importó ser el galán, siempre traté de hacer cosas opuestas por esto mismo. Soy un hombre de pueblo, de la calle.
Pero no dijiste de que pueblo, porque al tuyo tu renunciaste