El ex primer ministro de Japón que “salvó” los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 murió asesinado este viernes. Shinzo Abe, de 67 años de edad, fue baleado en un acto político en la urbe de Nara.
Poco después del atentado las autoridades niponas capturaron a su agresor e investigan las causas del homicidio. Aún se desconoce el móvil que llevó a Tetsuya Yamagami a cometer semejante acto.
Se indaga, igualmente, sobre cómo pudo adquirir el arma empleada. En Japón es prácticamente imposible tener armas de fuego.
Shinzo Abe fue llevado enseguida al hospital más cercano pero falleció en el camino, según apuntaron los médicos que lo recibieron.
Su victimario tiene 41 años y actualmente se encontraba desempleado. Tiene un historial militar, pues, fue miembro del ejército japonés. Durante tres años completos integró las Fuerzas Marítimas de Autodefensa.
Las autoridades indican, en primera instancia, que Yamagami debió haber construido su propia arma, contaba con conocimientos para hacerlo. El agresor declaró a la prensa tras su detención que disparó a matar y no lo hizo por rencor político.
El artífice de los Juegos de Tokio
Shinzo Abe hizo posible la celebración de esos Juegos a pesar de la presencia de la covid-19 en el mundo entero. El ex primer ministro fue protagonista del sueño olímpico en su país.
Lamentablemente no pudo disfrutar la cita multideportiva como primer ministro. Dimitió en septiembre de 2020 debido a serios problemas de salud. Padecía de colitis ulcerosa crónica.
Abe tuvo que crecerse ante múltiples obstáculos que se interpusieron en el camino olímpico. Primero, el plagio del logo, luego, el descarte del proyecto del estadio olímpico.
Por si fuera poco, el escándalo de la compra de votos para ganar los Juegos fue otra barrera que debió saltar.
