El recién concluido fin de semana fue testigo de un fatal accidente en el que perdió la vida un joven paracaidista. Durante un ejercicio de práctica la víctima, Raidel Cobas, de solo 33 años, cayó en una avenida de Varadero y fue impactado por un vehículo. Enseguida lo trasladaron al hospital más cercano pero no llegó a tiempo para salvarse.
El protagonista de esta triste historia era controlador aéreo del Centro de Control de La Habana (ATC). Él quedó inconsciente tras caer justo frente al canal de Paso Malo. Todo parece indicar que algún elemento del paracaídas, imprescindible para lograr un descenso ideal, falló a la hora cero.
Apenas arribó al Hospital Militar de Matanzas, los doctores del Cuerpo de Guardia hicieron lo posible por salvarlo pero no lo consiguieron. Tenía varias lesiones de gravedad que acabaron con su vida.
Las autoridades investigan las causas del singular accidente, sobre todo lo relacionado con el impacto del auto ya en tierra, aspecto que evidentemente le provocó la muerte.
Duelo entre familiares y amigos
Los familiares y amigos de Raidel han expresado su dolor a través de las redes sociales. La mayoría de ellos ha compartido múltiples mensajes de condolencias y cariño hacia el joven, muy querido por todos los que lo conocían. Cobas, que en septiembre cumpliría 34 años, era padre de una niña pequeña.
“Tremendo alumno, tremendo hombre, excelente compañero”, publicó en la red social Facebook su compañero de trabajo Héctor Hernández.
“No será nuestro último salto juntos, hermano, estarás en nuestros corazones en cada salto, en cada vuelo. Vuela alto”, expresó uno de sus mejores amigos Ramiro Ayala Almaguer.
La víctima era miembro del Club de Paracaidismo Deportivo de Cuba, de ahí que fuera muy conocido en todo el país. Muchas personas no han escondido su pesar por su fallecimiento repentino. Todos lo recuerdan como un hombre muy alegre, solidario y amable con quienes lo conocieron.