Un vendedor de productos agrícolas que opera en el municipio habanero de Guanabacoa fue puesto bajo custodia por agredir a un inspector. El protagonista del hecho, Dayron Vivo Moreno, perdió los estribos en su puesto de trabajo y le costó muy caro, al punto de estar en prisión preventiva.
La versión del gobierno de La Habana relató cómo sucedieron los hechos. El portal refiere que un grupo de inspectores le solicitó al implicado que mostrara los documentos del local donde vende los alimentos. En la nota oficial no se aclara qué infracción cometió Moreno o si solo se trataba de una revisión de rutina.
Los funcionarios presentes en el lugar cuentan que el acusado tuvo una conducta provocadora y retadora. Moreno avanzó de forma amenazante a recuperar su carné de identidad ante las autoridades de inspección. El vendedor llegó, incluso, a arañar y provocó moretones a uno de los inspectores, de ahí que llamaron enseguida a la policía.
Moreno no andaba solo
No solo fue Moreno el implicado en acciones de este tipo en Guanabacoa. “Los ciudadanos involucrados fueron detenidos y están bajo prisión preventiva. Estarán así hasta que se concluya el proceso de instrucción y sean presentados ante el Tribunal Popular para que se haga justicia”, concluyó el gobierno.
No se especificó el nombre del resto de los vendedores que tuvieron esta conducta inapropiada. Según las leyes actuales los acusados pueden enfrentar sanciones de privación de libertad de dos a cinco años.
Durante el trimestre inicial del presente año los inspectores de La Habana han impuesto más de 120 mil multas por precios abusivos o especulativos.
La ley deja claro el concepto de precios abusivos. “Se consideran así aquellos cuyo crecimiento estén por encima de un rango razonable. Ello, en comparación con productos similares o dentro de la misma familia de productos, y que buscan lograr un nivel de utilidad o ganancia desmedida”.
El orden es necesario, pero yo he visto cada inspectores abusadores y chantajistas, yo los he visto oído y actuar durante el tiempo de la espera para comprar agroproductos. Y en más de una ocasion.
La agresión no se puede justificar pero entre bueyes no hay cornadas.
quién le pone el cascabel al gato?
primero hay que cazar al gato