Durante muchos años, la venta de ropa reciclada o de “segunda mano”, por el estado en Cuba, en su mayoría proveniente de Canadá, le resolvió la vida a millones de personas, que de cuando en cuando podía alcanzar varios mudas de vestir, en buen estado y a buen precio.
Con la crisis sanitaria de inicios de 2020, el flujo de ventas se detuvo en las entidades estatales, pero ahora está resurgiendo de la mano de los cuentapropistas, según aseguró un reporte del medio oficialista Invasor en Ciego de Ávila. Aunque no está instaurado de manera oficial, la reactivación de estas ventas, vendría de la mano de los comerciantes privados que tienen permiso de importación.
Actualmente, los grupos de venta en redes sociales están repletos de ofertas de este tipo y vienen acompañadas de anuncios por parte de cuentapropistas, no del estado. Por ejemplo, según esta investigación citada, se puede encontrar pacas de 100 libras de ropa reciclada, por un precio entre 90 mil y 115 mil pesos cubanos.
Un cuentapropista avileño, que se dedica a este negocio de venta de ropa usada en Cuba, aunque no es el importador directo, calificó de “abuso” a aquellos que lucran a más de 90 mil pesos o 400 dólares, las 100 libras de ropa reciclada.
¿Cuánto cuesta una muda de ropa reclicada en Cuba actualmente?
Una prenda de uso en Cuba, en estas ventas privadas, de ropa reciclada, puede costar entre 800 y mil pesos cubanos. “De todas formas da más negocio que comprar en las tiendas en MLC o en la calle. Mucha de esta ropa es de mejor calidad, única, a veces, hasta de marcas reconocidas”, aseguran quienes compran.
Según el exreportero de la BBC en Cuba, Fernando Ravsberg, Cuba gastaba, hace más de una década, cinco millones de dólares al año en importar ropa usada, a un costo de 0.68 dólares por cada libra que llegaba a los puertos cubanos. Sin embargo, su artículo se enfocaba más en los mercados clandestinos y las redes ilegales de revendedores, que aprovechaban las pacas abiertas para intercambiar o sustraer la ropa de mejor calidad o condición, alterando el sistema de comercio minorista.
En 2014, debido al estancamiento de los inventarios, probablemente porque la ropa no cumplía con las expectativas de los clientes, se aplicó una rebaja general de hasta el 70 por ciento en los precios de esta ropa reciclada en el mercado estatal. Solo en la provincia de Sancti Spíritus, donde el periódico Escambray lo reportó, los almacenes y tiendas tenían 17 millones de pesos paralizados en prendas que no se vendían.