A raíz de la escasez de medicamentos e insumos en los hospitales cubanos, entre otras calamidades actuales, el Ministerio de Salud Pública de la isla, evalúa oficializar lo que ha estado haciendo hasta ahora, usar los medicamentos que llevan los propios pacientes, de familiares que les han mandado desde el exterior.
Según un reportaje de la TV Cubana, desde Las Tunas, la doctora Marianela Zapata, directora del hospital principal en esa provincia del oriente cubano, explicó que el Ministerio está “hoy debatiéndose, qué mecanismos buscar para poder darle entrada a estos recursos de manera segura”.
Desde el gobierno saben que la situación sanitaria de Cuba es crítica y los pacientes no pueden acceder a los medicamentos e insumos que necesitan en las farmacias, pues los medicamentos faltantes son más que los entrantes.
Por eso, dicha funcionaria tunera sugirió que los familiares y amigos de los enfermos cubanos que viven en el extranjero, especialmente en Miami, les envíen ayuda. Así lo declaró a la televisora local Visión Tunera, reconociendo la escasez de recursos que afecta a su centro médico.
“Esperemos que antes de que termine el año, esta situación pueda tener una solución que le facilite a la población y un familiar que tenga en el exterior y le pueda facilitar los recursos. Y así puedan entrar (esos medicamentos) al sistema sanitario sin ningún problema”, señaló esta directiva.
Medicamentos traídos del exterior oficializarán su uso en hospitales
Resulta llamativo que esta noticia aparezca ahora, cuando desde hace años, este es un uso más que habitual en los centros médicos de la isla ante la escasez de medicamentos, una situación que se extiende por años.
Los cubanos ahora se encuentran en una situación difícil, pues dependen de que las autoridades sanitarias aprueben y garanticen el uso de los fármacos y materiales que necesitan para su salud, pero que solo pueden conseguir en el mercado ilegal o a través de sus familiares en otros países.
¿A qué precio? Frente a esta situación crítica, la única opción es recurrir al mercado ilegal. Por ejemplo, en La Habana, ofrecían esta semana, medicamentos traídos de otros países, sobre todo de EE.UU, Rusia, México o Haití.
Según este aviso: un tubo de triple antibiótico costaba 600 pesos cubanos, el ibuprofeno infantil 600 pesos, el clotrimazol en crema 500 pesos, una pastilla de Metronidazol 450 pesos cubanos, la benadrilina 450 pesos, y así una lista interminable de medicamentos que escasean en la isla.