La bahía de La Habana acoge desde esta semana a un dique flotante fabricado en China que prestará servicios a buques de toda la región. En el Caribe no existe, ahora mismo, uno con las características del que ya opera en la capital de Cuba. El Floting Dock 2 cuenta con de 22 mil toneladas de capacidad de levantamiento, se convierte así en el de mayor porte en su área geográfica. Sobre lo que se avecina con este dique flotante comentó al diario local Grama Miguel Pineda López, director general del Grupo Empresarial de Transporte Marítimo-Portuario (Gemar).
El ejecutivo explicó que enseguida comenzarán las contrataciones, tanto de buques cubanos como extranjeros. Todo fluirá según la disponibilidad de recursos en cada momento operativo. El objetivo principal es que el dique potencie el desarrollo de las exportaciones en las reparaciones navales. Resaltó, además, que al mismo tiempo se aprovecha el reconocimiento del astillero de Casablanca (CDC S.A.) en el mercado internacional.
Encadenamiento productivo
Con la instalación del dique chino en La Habana se garantizará la reparación de la flota nacional. Se pretende, también, desarrollar un encadenamiento ideal con otras producciones de bienes y servicios de la economía local.
Pineda López explicó a la citada publicación que en el Caribe no existen actualmente otras capacidades de reparación similares a las de este dique flotante. El comienzo de las operaciones aumentará la capacidad de trabajo del astillero de Casablanca. “Cuando el dique muestre plena capacidad, se establecerá un sistema de trabajo que lo sitúa en una posición competitiva en Centroamérica, el Caribe e incluso en el mercado europeo”.
En tanto, Johannes Milián, gerente general de CDC S.A., dijo que “a partir de ahora el astillero posee su principal capacidad de varada. Desde ya comenzarán las reparaciones de los buques hasta el tipo Panamax, en respuesta a la alta demanda de las navieras”.