Esta semana, miles de migrantes, incluidos cientos de cubanos, abandonaron el Parque Bicentenario de Tapachula, en Chiapas, México, para emprender una caravana hacia el norte del país y acercarse a la frontera sur de Estados Unidos, su verdadero destino. Pero otros miles seguirán llegando, cuando los vuelos desde La Habana a Nicaragua, siguen saliendo colmados de personas.
En Tapachula, la ciudad limítrofe con Guatemala, se encuentran varadas miles de personas, con diferentes nacionalidades, a la espera de regularizar su estatus migratorio en México, para con una cita CBP One, acudir a la frontera y entrar de manera legal a territorio norteño.
Esta caravana se produce después de meses de tensión en Tapachula. El lunes 25 de septiembre, una multitud de entre 5.000 y 6.000 migrantes se concentró frente a la sede de la Comar, que llevaba cuatro días sin funcionar. Un grupo de ellos intentó ingresar por la fuerza a las instalaciones y fue repelido por la policía municipal y la Guardia Nacional.
Algunos migrantes denuncian que llevan meses esperando una respuesta a su solicitud de documentación en la localidad y no se resuelve nada. En medio de esta situación, surge el negocio de los alojamientos en Tapachula, con sobreprecios, en espacios diminutos, a veces un cuarto para 10 personas.
El negocio de los alojamientos en Tapachula para migrantes
En una investigación de nuestra web en redes sociales, percibimos varios anuncios de ofrecimientos de alojamientos para cubanos y otros migrantes en Tapachula, negocios que incluso se promocionan desde Cuba. Otros ofrecen contactos en México.
Por ejemplo, esta semana en la red social Facebook observamos el siguiente, en la página “Revolico Habana de todo”: “Rentas en Tapachula con todas las condiciones, 150 dólares por persona todo el mes y a la semana, 50 dólares por persona”, se lee en el anuncio.
En octubre se retomaron desde México los vuelos de deportación y varios cubanos repatriados desde allí, denunciaron que las autoridades migratorias aztecas no están mirando ni el estatus, incluso, han devuelto personas con citas de CBP One agendadas.
“Es triste sacrificar todo lo que uno tiene y recibir maltratos. No estaba haciendo nada ilegal en México, solo buscaba una mejor vida para ayudar a mi familia (…) desafortunadamente México está deportando a miles de cubanos”, alertó un joven regresado a la isla desde territorio azteca.
