El próximo sábado 18 de noviembre de 2023 el gobierno de Estados Unidos dejará de realizar sus funciones si no se aprueba el presupuesto nacional. Los beneficiarios de los programas de la Seguridad Social, están preocupados por las afectaciones que puedan tener en estas circunstancias. Los fondos federales del año venidero deben autorizarse por el Congreso para que sigan ejecutándose varios servicios y asistencias económicas. Sin embargo cerca de 68 millones de estadounidenses que se encuentran retirados del trabajo, continuarán cobrando las mensualidades.
Otros planes como el Medicare y los Asuntos de Veteranos, también se mantendrán activos. Entre las acciones que presentarán dificultades, están las ayudas profesionales, la atención a ancianos y otras operaciones.
El Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (WIC) quedará sin recursos para los consumidores. El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), tendrá un mes con apoyo garantizado y después paralizará su aporte.
Los congresistas no se ponen de acuerdo
Los congresistas del país deberán lograr un consenso en la noche del viernes, para que muchos trabajadores y tareas gubernamentales obtengan el financiamiento necesario. El período que dure cerrado el gobierno, tendrá consecuencias negativas para los norteamericanos de poca solvencia económica.
Estos ciudadanos dejarán de recibir la contribución federal en recursos financieros y alimentarios. Los efectos de esta situación se apreciarán, al contabilizar los días que pasen sin tener un resultado favorable del Congreso de la nación.
Los programas deberán buscar presupuestos de emergencia, que permitan asegurar el funcionamiento de los mismos hasta la solución del problema. El personal militar está en riesgo de empezar a laborar sin remuneración.
Estos funcionarios del ejército cobrarán de manera retroactiva cuando la entidad gubernamental regrese a las actividades cotidianas. Durante los años 2018 y 2019, el Gobierno Federal estuvo en receso obligatorio por 35 jornadas.
Este tiempo representó una de las interrupciones más extensas en 40 años. En ese momento, se quedaron sin empleo alrededor de 380 mil funcionarios federales.