Si resides en Estados Unidos y estás indocumentado debes conocer qué hacer para trabajar, a partir de lo establecido por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Es de hecho, el gran sueño de todo migrante: poder mantener a su familia con un salario digno. Así podrá pagar sus cuentas mensuales, y claro, si es de forma legal mucho mejor.
Entrar al país sin documentos pone a los migrantes en una situación de vulnerabilidad total porque deben enfrentar varios obstáculos para regularizar su situación.
Sobre el tema, USCIS aclara que es totalmente ilegal que un empleador contrate a una persona sin Autorización de Empleo (EAD). Otro aspecto a tener en cuenta es que para tramitar el permiso, es imprescindible que el extranjero tenga una visa de las categorías de trabajo admitidas.
No obstante, siempre existen excepciones para que las personas que no tengan documentación legal obtengan un trabajo mientras se regularizan. ¿Cuáles son esos casos? Los beneficiados con estas excepciones son quienes están tramitando un asilo o refugio en Estados Unidos. Ellos tienen la opción de trabajar mientras su situación migratoria se resuelve.
Casos específicos
En este caso particular se encuentran los siguientes migrantes. Primero, los que tienen en trámite un Formulario I-485, Solicitud de Registro de Residencia Permanente o Ajuste de Estatus.
Lo mismo sucede con los que poseen un Formulario I-589, Solicitud de Asilo y de Suspensión de Remoción.
Igualmente están en ese grupo los que tienen estatus de “No Inmigrante” que les asegura su permanencia en Estados Unidos.
No obstante, no se les permite trabajar sin antes pedir un EAD. Un ejemplo de ello es un estudiante con visa F-1 o M-1.
Lo primero que debes hacer para obtener un permiso de trabajo en Estados Unidos es completar y enviar el Formulario I-766 a USCIS.
La agencia federal refiere que “los empleadores estadounidenses deben asegurarse de que todos sus trabajadores, independientemente de su ciudadanía u origen nacional, estén autorizados para trabajar en Estados Unidos”.