Otra contratación “de pasillo” tiene como protagonista a Frederich Cepeda. Desde hace varios días, numerosas fuentes lo vuelven a situar en el béisbol mexicano para el año próximo, esta vez con los Piratas de Campeche.
Si bien el propio equipo lo anunció en sus perfiles oficiales de Facebook y Twitter, nadie con un poco de sentido común podría dar por segura su contratación y participación en la Temporada 2020.
El espirituano, estrella de los Clásicos Mundiales de Béisbol, y pionero en las contrataciones del béisbol cubano, pasó de ser anunciado con bombas y platillos previo a su misión en la NPB japonesa allá por 2014, a vivir de los dimes y diretes, de hacer y deshacer bultos una vez su destino se acercó más a la isla. Tanto en México como en Colombia, Cepeda tuvo que sentarse a esperar y todavía debe andarse preguntando qué sucedió en el trueque Toros de Tijuana-Olmecas de Tabasco, después de una primera experiencia sacada con notable en tierra azteca.
En enero de 2019 Cepeda explicaría al periódico Escambray: “… a mí personalmente nadie ha venido a decirme: mira ya te cambiaron de equipo, mira te van a firmar en tal momento, mira estas contratado. Yo salí de allá con una ilusión, a mí me dijeron que iba a volver a Tijuana y ahora veo en las noticias que me cambiaron”.
Interrogado al respecto, Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol, había explicado a la periodista Elsa Ramos cada uno de los pasos que sigue a la contratación de un pelotero cubano, para luego cerrar con una frase que bien podría describir la (in)volución que en materia de contratos todavía presenta al deporte nacional de la isla: “Por (todo) eso es impredecible y nadie sabe el día exacto que se va”.
Ha sido precisamente ahora la directiva de Los Olmecas de Tabasco la que anunció que cederían “los derechos de retorno del cubano Frederich Cepeda” en un triple cambio realizado con los Piratas de Campeche que también involucró al receptor Eduardo Santos y al lanzador mexicoamericano Isacc Rodríguez. Lo que significa, por una parte, que la bola está en el campo de Los Filibusteros.
No sorprende entonces que el anuncio del posible contrato solo haya sido replicado desde fuentes mexicanas sin que se haya escuchado o leído aún la palabra de la Federación Cubana de Béisbol o del propio atleta. Aunque, visto lo visto, los peloteros cubanos tienen muy poco que decir sobre su futuro más allá de firmar las ofertas que aparezcan y esperar pacientemente mientras entrenan para alguna competición y la llamada sobre el vuelo inminente les coja desprevenidos en algún viaje en Yutong hacia cualquier provincia.