Una nueva información disponible sobre los probables peligros sísmicos en Estados Unidos proporciona el Modelo Nacional de Riesgo Sísmico (NSHM).
En tal sentido, el modelo se actualizó en 2023 para los 50 estados, utilizando una nueva ciencia sobre sismicidad, rupturas de fallas o movimientos del suelo.
También emplean técnicas probabilísticas para producir un estándar de práctica para políticas públicas y otras aplicaciones de ingeniería.
Esta información la proporcionó el artículo llamado “El modelo nacional de peligro sísmico de 50 estados de Estados Unidos para 2023: descripción general e implicaciones”.
Lo cierto es que, en los últimos 10 años han ocurrido en Estados Unidos más de 1750 terremotos con una magnitud de 4 o más. Todo esto dentro de 186 millas, es decir, aproximadamente 300 km.
Según los datos del portal Earthquake List, la cifra representa aproximadamente 175 terremotos por año, o 14 por mes.
Por otra parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha compartido un mapa con las zonas donde es más probable que ocurran sismos dañinos.
¿Qué territorios de Estados Unidos son más propensos a la ocurrencia de terremotos?
Casi el 75% del territorio de los Estados Unidos podría experimentar terremotos dañinos. Así lo confirmó un análisis de datos realizado por más de 50 científicos e ingenieros.
En tal sentido, y gracias a las nuevas tecnologías se identificaron casi 500 fallas adicionales que podrían producir un terremoto dañino.
Por tanto, pudieran efectuarse terremotos más peligrosos a lo largo del corredor costero del Atlántico central y nororiental. Aquí se incluyen las ciudades de Washington D.C., Filadelfia, Nueva York y Boston. Según el más reciente Modelo Nacional de Riesgo Sísmico (NSHM) hay posibilidades de mayores sacudidas en las regiones sísmicamente activas de California y Alaska.
Igualmente, el NSHM de 2023 también señala a Hawái como una de las zonas con mayor potencial de sufrir temblores. No obstante, hay una cuestión importante que señalar y es que los terremotos no se pueden predecir. De modo que esto, no es una predicción.
Lo que sí ocurre al investigar las fallas y terremotos pasados, es que los científicos y expertos pueden evaluar mejor la probabilidad de futuros terremotos.