El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha anunciado la intensificación de vuelos de deportación, apoyado en medidas que buscan optimizar los recursos de control migratorio.
La agencia ha comunicado que está mejorando los contratos con las flotas aéreas para maximizar el número de vuelos de repatriación, que el año pasado promediaron 29 por semana.
Aunque ICE no especificó cuántos vuelos semanales pretende alcanzar, informó que ha ampliado la cantidad de países receptores de deportados, incluyendo naciones de América del Sur y el hemisferio oriental como Colombia, Ecuador, Perú, Egipto, Mauritania, Senegal, Uzbekistán e India.
Incremento en la capacidad de los centros de detención
Otro objetivo de ICE es aumentar el número de camas en los centros de detención de inmigrantes, gracias a fondos proporcionados por el Congreso, los cuales permitirán ajustes en los contratos vigentes.
Según un comunicado de prensa de la agencia, se revisa continuamente la capacidad general de detención, cerrando instalaciones que no proporcionan un retorno adecuado de la inversión.
Entre estas medidas está el cierre del Centro Residencial Familiar del Sur de Texas en Dilley, considerado el más costoso de la red nacional. Con el cierre de esta instalación, ICE planea reasignar fondos para incrementar la capacidad de camas en todo el sistema, agregando aproximadamente 1,600 camas adicionales para satisfacer las necesidades operativas.
El tema inmigratorio en el contexto electoral
En el contexto de la carrera presidencial, el expresidente Donald Trump ha prometido deportar a millones de inmigrantes indocumentados, de los cuales se estima que 11 millones viven en Estados Unidos, con un 80% de ellos residiendo en el país por más de una década.
No obstante, la campaña de Trump no ha aclarado si su plan abarcará a todos los indocumentados sin considerar su tiempo de permanencia en el país.
Por su parte, la administración de Joe Biden, que busca la reelección, ha indicado que podría ofrecer estatus legal y evitar la deportación a más de un millón de indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses y que llevan varios años en el país, según un artículo de The New York Times.
Medidas de la administración Biden
A pocos meses de las elecciones presidenciales, la inmigración irregular en la frontera sigue siendo un tema candente.
Joe Biden, en su aspiración a la reelección por el partido demócrata, ha implementado mecanismos para fomentar una inmigración segura y ordenada, como la extensión del parole humanitario a ciudadanos de Cuba, Haití y Nicaragua, programa que inicialmente se ofreció a los venezolanos.
Miles de inmigrantes han ingresado a Estados Unidos por esta vía legal, pero las cifras en las fronteras continúan en aumento. Recientemente, la Casa Blanca decidió tomar medidas más estrictas para controlar el flujo migratorio, basándose en la «seguridad nacional» al otorgar asilo. Esto incluye un incremento de las deportaciones y la aceleración de las expulsiones de aquellos cuya entrada sea rechazada por las autoridades.