¿Sabías que existe un documento llamado Tarjeta de Cruce Fronterizo? Es, precisamente, con ella que puedes acceder a Estados Unidos sin la necesidad de una visa estampada en tu pasaporte.
Como se sabe, Estados Unidos recibe a cientos de miles de personas al año. Muchos viajan por turismo, negocios o simplemente para visitar a sus familias. Los mexicanos son los líderes en este aspecto seguidos por los canadienses.
Para concretar el cruce fronterizo entre ambos países más rápido, las autoridades de migración de Estados Unidos desarrollaron la Border Crossing Card (BCC). La misma funciona desde mayo del año 1998 solo para los ciudadanos mexicanos.
La BCC también se conoce como la DSP-150. Desde el punto de vista práctico funciona como un visado de visitante B1/B2. No obstante, a diferencia de un visado, esta se expide en forma de tarjeta y presume de gráficos y tecnología mejorados.
Dicha visa te permite estar, apenas, 72 horas en el país, así como tener un viaje restringido de 25 millas al norte en California y Texas. En Nuevo México se puede viajar 55 millas al norte de la frontera y 75 en Arizona.
Personas elegibles para solicitar una Tarjeta de Cruce Fronterizo
-La persona solicitante debe ser ciudadano o ciudadana mexicano residente en México.
-El solicitante debe demostrar que no tiene intenciones de permanecer en Estados Unidos y que regresará a México después de su visita.
-La persona solicitante debe cumplir con todas las normas de elegibilidad para visas B1/B2. Aquí se incluyen los siguientes aspectos.
-Tener suficientes recursos económicos para cubrir su estancia en Estados Unidos.
-No tener antecedentes penales o una carta de las autoridades en la que se declare que no tiene condenas anteriores.
El proceso de solicitud de una BCC es idéntico al de un visado de negocios B1 o un visado de turista B2. Del mismo modo, tendrás que pagar la tasa de la BCC, de $160,00 USD.