Una madre cubana ha expresado su desconcierto tras recibir el uniforme de preescolar para su hija. Y es que las dimensiones del mismo son más apropiadas para un adulto que para una niña pequeña.
En un mensaje compartido en su perfil de Facebook, la mujer relató que su hija, de entre 5 y 6 años, recibió un uniforme cuyo tamaño es tan grande que incluso podría quedarle bien a ella misma.
Acompañó su relato con fotografías que muestran claramente la desproporción entre la estatura de la niña y el uniforme entregado.
«Hola mamis, ¿a alguna de ustedes le ha pasado esto? Mi hija comienza preescolar este año y el uniforme que le dieron ‘me queda grande a mí'», escribió la madre, mostrando su sorpresa ante la situación.
La madre detalló que recogió el uniforme en la fecha establecida, sin esperar a las últimas opciones disponibles. Sin embargo, a pesar de haber cumplido con el proceso, se encontró con una falda y una blusa que resultaron ser mucho más grandes de lo esperado. Lo que la dejó completamente desconcertada.
«¿Quiénes son los que van a estudiar este año, los niños o nosotros los padres?», se preguntó en su publicación, reflejando la frustración que siente al respecto.
Además, la madre solicitó ayuda a otros padres para averiguar si esta situación es común o si solo le ha ocurrido a ella. «A mí por lo menos me quiere dar un infarto», confesó, subrayando la angustia que esta experiencia le ha causado.
Problemas reiterados
El tema de los uniformes escolares ha sido una fuente constante de frustración para las familias cubanas durante los últimos años.
Las quejas recurrentes incluyen la falta de tallas adecuadas, la llegada tardía de los uniformes y la insuficiente distribución de boletos de compra para todos los grados. Este episodio no hace más que añadir a la larga lista de problemas que los padres deben enfrentar cada verano en Cuba.
No es la mínima intención justificar, puesto que el humano debe siempre trabajar por la excelencia, pero, como siempre hay un pero, observo el fruto (si es que se le puede decir fruto) de la subversión de las ideas de emancipación de la mujer, donde se le alejaba del conocimiento esencial sobre la capacitación para resolver ciertos problemas domésticos, no me asombra que ni sepan zurcir, poner un botón, u otro arreglo menor, algo que en cualquier época y lugar se hace, claro que el desahogo económico permite a algunas personas pagar costurera (cada vez más escasas), de modo que al parecer es todo un problema mediático la inexistencia de la talla exacta de todos y cada uno de los escolares, en consecuencia hay que estrecharle algunas pulgadas, y las madres «liberadas de la esclavitud de los menesteres hogareños» no saben ni poner un botón, ésa es la ironía de cierto desarrollo. Gracias
A mi niño que empieza preescolar le dieron un uniforme que al papá es a quien le sirve