A medida que aumenta el número de balseros cubanos que arriesgan sus vidas en el mar para llegar a los Estados Unidos, la Guardia Costera de ese país está intensificando sus patrullas para detener la afluencia, aseguraron desde la prensa norteamericana.
Este fin de semana, un patrullaje aéreo de más de cinco horas en el Estrecho de Florida buscaba una posible embarcación de contrabando, que quedó abandonada en Anguilla Cay, en las Bahamas, el mismo lugar donde el año pasado quedaron varados durante 33 días tres cubanos.
“Todos los días, estamos viendo a alguien que viene. Por lo tanto, estamos aquí tratando de ayudar de manera proactiva a cualquiera que esté en embarcaciones que no estén en muy buen estado. Muchas veces, la gente viene en embarcaciones que apenas pueden flotar. Así que estamos tratando de ayudarlos protegiendo sus vidas, porque sabemos que están arriesgando sus vidas tratando de venir a los Estados Unidos”, dijo una piloto de la Guardia Costera del sur de Florida.
Señalan que cuando la tripulación de la Guardia Costera detecta un bote, alertan a una embarcación cercana mientras evalúan la estabilidad del barco desde el aire. “Depende en gran medida de nuestro radar. Cuando tienes muchas olas, mucho ruido en el radar, a veces es difícil saber qué es un barco y qué no”, agregan.
MÁS DE MIL CUBANOS A EE.UU DESDE OCTUBRE PASADO POR MAR
Volando a 300 pies sobre algunos de los cayos de las Bahamas y 1,500 pies sobre el Estrecho de Florida, la tripulación, que opera desde la Estación Aérea de la Guardia Costera de Miami en Opa-locka, se mantiene atenta.
Dentro dos técnicos en electrónica de aviación monitorean los radares y los dos mecánicos de vuelo, que también actúan como observadores, observan el océano desde una ventana a cada lado del avión.
La cantidad de inmigrantes que intentan llegar al sur de Florida ha ido en aumento desde octubre pasado, junto con las intercepciones de la Guardia Costera en el mar. La agencia de aplicación de la ley ha interceptado en el mar a más de 3500 haitianos y casi 1400 cubanos desde esa fecha.
Sin la existencia de la ley “pies secos, pies mojados”, quien sea capturado por la Guardia Costera será deportado de regreso a la isla, sin importar el riesgo. Solo casos excepcionales ha cambiado la rutina de deportaciones desde Estados Unidos a Cuba de balseros en estos días.
“Instamos a las familias en los EE.UU a que no fomenten estos viajes peligrosos e inseguros. El riesgo de perder la vida es grande y siempre existe la incertidumbre de no saber si su ser querido lo logró o no”, concluyeron.