Autoridades de Comercio Interior (Mincin) en el país, lanzaron una aclaratoria en algunos territorios, sobre la calidad e «impurezas» del pan de la bodega en Cuba. Como era de esperarse, tuvieron una justificación para la sensación arenosa.
A finales de mayo, en el oriente cubano, en Las Tunas, explotaron los consumidores y las redes sociales, ante la sensación arenosa al comer el pan de la bodega en Cuba, el que venden por la libreta de abastecimiento a precio subsidiado.
Entonces, los del Mincin, precisaron que la harina utilizada cumple con los estándares de consumo humano. A pesar de esta afirmación, se confirmó por parte de la Industria Alimentaria la presencia de un «elevado nivel de impurezas» en el cargamento de trigo importado de Rusia que llegó a puerto santiaguero en el mes de mayo.
Un poco más al oriente, en Guantánamo, esta semana se volvieron a desatar los reclamos sobre la calidad del pan y la cantidad de «impurezas» de la harina importada que hace que el producto de las bodegas cubanas sea casi incomible.
Según el diario local, Venceremos, citando a la dirección provincial de la Empresa Alimentaria, el pan que se vende por estos días no posee ninguna sustancia dañina.
Mala calidad del pan de las bodegas cubanas
Según la entidad guantanamera, sobre el pan de las bodegas cubanas, este no contiene sustancias dañinas y se desmintió la presencia de arena o cualquier otro material inorgánico en el pan. Insisten en que las impurezas que se detectan no representan ningún riesgo para la salud humana.
Desde el Mincin precisaron que esas «impurezas» son causadas por el trigo importado, que afectan negativamente el sabor y la textura del pan que se vende en algunas bodegas del oriente del país. Estas impurezas se deben a las características del trigo importado que se está utilizando.
Además, en el molino de Santiago de Cuba, falta un sistema de prelimpieza. Aunque son los responsables de la molienda del trigo, no cuentan con un sistema adecuado para eliminar las impurezas del grano y como resultado, un porcentaje de las mismas permanece en la harina y se transfiere al pan.
Finalmente, desde la oficialidad aseguran que las partículas que se sienten al consumir el pan no son arena, sino impurezas propias del trigo, algo que se ha comprobado en laboratorios locales y de La Habana. Las impurezas que permanecen en el pan ahora mismo no son perjudiciales para la salud.
Como vamos ha comer algo tan desagradable que nunca se vio en este país? ??
Es que no se respeta ha el pueblo que esta ha punto de estallar. …
el cubano se pasa de fuerte. el pan que nos venden es una asquerosidad. ellos dicen que cumplen con los estándares. porque ellos se hartan de pan del bueno.