Desde este 1ro de julio, Cuba abrirá sus fronteras al turismo internacional que reserve en la cayería de la Isla, aunque se desconoce de dónde entrarán los turistas, si su principal emisor Canadá no tiene demanda de vuelos a la Isla.
Una de las aerolíneas principales en vuelos a los cayos habilitados para la recepción de turistas en Cuba (Coco, Guillermo, Cruz, Largo del Sur y Santamaría), la canadiense Sunwing acaba de afirmarle a la agencia norteamericana AP que no iban a volar de inmediato a la Isla.
“No tenemos planes inmediatos para comenzar a operar vuelos a Cuba, sin embargo, esperamos que las restricciones pronto comiencen a aliviarse”, dijo a AP, Sunwing, el proveedor más grande de viajes desde Canadá, en una declaración escrita a ese medio.
¿De dónde llegará el turismo a la cayería cubana? Pues esa es la incógnita a resolverse desde este 1ro de julio, porque demasiadas opciones no aparecen para reactivar el turismo, uno de los motores esenciales de la economía en la Isla.
Para empezar los vuelos que están permitidos para llegar son solo chárteres, no con aerolíneas grandes y vuelos comerciales, por ahora suspendidos.
“En la frontera se aplicará un protocolo”, advirtió el primer ministro Manuel Marrero, al explicar cómo serían recibidos en los aeropuertos de la cayería, y Abel Santamaría de Santa Clara, los visitantes que lleguen a Cuba.
Estos visitantes no podrán rentar autos o ir a las ciudades y su único acercamiento con cubanos serán los empleados de los hoteles que trabajarán protegidos por los nasobucos siete días sin quitárselos y luego descansarán otra semana en aislamiento.
Según AP “no hay indicio de qué turistas llegarán en lo inmediato, pues Canadá, la principal fuente de viajeros a Cuba, permanece cerrada y las naciones europeas cuentan con severas restricciones”. De hecho, la Isla quedó excluida de la última lista de viajeros con los que se podían abrir las fronteras en la Unión Europea.
“Conozco que hay propuestas de algunos mercados como Canadá, Portugal y Rusia”, explicó a AP Osnier Fonseca, vicepresidente comercial de Grupo hotelero estatal Isla Azul.
“Pero no son confirmadas porque depende de las aperturas de las fronteras de sus países y las condiciones (sanitarias y legales) que existan. Nosotros estamos listos”, señalaron a la agencia.
El economista cubano José Luis Perelló, también advirtió que la apertura de fronteras en Cuba, es más como un gesto, como una señal, pero no cree que mucha gente esté dispuesta a hacer turismo en las condiciones actuales.
Mientras, en hoteles habaneros como el NH Capri, donde ni siquiera se ha instaurado la fase 1, el español Juan Francisco Candeal, gerente del mismo, dice que “la intención de viajar a Cuba siempre persiste. Además (la isla) ha salido reforzada de la gestión de la pandemia, a nivel de salud, del manejo de la situación, creo que la sensación que se ha transmitido es que es un destino muy seguro”.
En 2019 el turismo le dejó a Cuba—tanto al sector estatal como al privado—unos 4000 millones de dólares, gracias a la llegada de unos 4,2 millones de viajeros. Pero este año, las cifras van en picada debido a la crisis sanitaria que ha hecho insostenible el turismo en todo el mundo.
Hace varias semanas que Sunwing esta ofreciedo vuelos y paquetes a Los Cayos y Varadero a partir del 1 de agosto desde Montréal y Toronto. En mi caso estoy listo para abordar el primer vuelo que salga de Montréal el 1 de agosto para juntarme con mi pareja quien vive en Habana. Hay que esperar que la fase 3 sea declarada para estos destinos el 1 de agosto para que se regularize la situacion y que Sunwing confirme sus vuelos a Cuba.