La prensa nicaragüense denunció este jueves, que las autoridades gubernamentales de Nicaragua, restringieron el acceso de taxistas privados a las inmediaciones del Aeropuerto “Augusto Sandino” de Managua, la capital de Nicaragua. Este país es utilizado por los migrantes cubanos como trampolín hacia la ruta ilegal a la frontera sur de Estados Unidos.
“Son órdenes superiores (…) el gobierno o no sé qué funcionarios, están buscando cómo quedarse con esos ingresos”, denunció un taxista entrevistado por el diario La Prensa de Nicaragua.
Los taxistas que trabajan cerca del aeropuerto se quejan de la falta de información y de las medidas restrictivas que les impiden ofrecer sus servicios a los viajeros, especialmente a los migrantes, que llegan de a miles desde vuelos de Cuba, Haití, República Dominicana y El Salvador.
Según ellos, la policía local los aleja de la zona alegando que “son órdenes superiores” y que hay “relajos” con la transportación de los migrantes. “No es cierto, nosotros solo hacíamos nuestro trabajo”, afirmó un chofer al citado diario.
Los taxistas también sospechan que hay intereses ocultos detrás de esta situación. “El Gobierno o algún funcionario quiere quedarse con esos ingresos. Quieren poner buses, quieren controlar todo y por eso nos ponen tantas trabas a nosotros”, señaló otro taxista.
Sin taxistas privados para trasladar migrantes a la frontera
Los taxistas dicen que no han protestado por miedo a las represalias, pero que cada vez les resulta más difícil conseguir clientes. Además, denuncian que cuando logran hacer un viaje con migrantes, la policía local los baja del carro.
El trasiego de migrantes cubanos en los aeropuertos en busca de un vuelo de salida a Nicaragua, donde no le solicitan visados, es el “pan de cada día” en esas instalaciones. Los cubanos pagan miles de dólares por un boleto de ida, para emprender la ruta desde allí hacia la frontera sur de Estados Unidos.
Se marchan en vuelos de Aruba Airlines y Conviasa, ambas con capital venezolano, hacia el Aeropuerto Internacional “Augusto Sandino” de Managua. Una vez allí, se encuentran con los contactos que ya establecieron desde la isla y se disponen a pagar una travesía que ya le ha costado la vida a muchos.
