La cadena televisiva miamense, Telemundo 51, reportó el aumento de envíos de Miami a Cuba, con largas colas en agencias de paquetería en las cercanías de las fiestas navideñas y fin de año.
La temporada navideña, tradicionalmente marcada por compras y regalos, tiene un matiz diferente para quienes tienen familiares en Cuba.
En varias ciudades de Florida, Estados Unidos, las agencias de envíos a la isla están abarrotadas, no solo por paquetes navideños, sino por artículos esenciales que representan un alivio ante la grave crisis que enfrenta el país, reportó el citado medio.
Desde primeras horas de la mañana, las filas pueden extenderse por hasta cuatro horas en algunos lugares. Este sacrificio de tiempo y dinero es visto como una necesidad ineludible para quienes desean ayudar a sus seres queridos.
Hortensia Flores, una de las personas en fila, comentó: «Por la necesidad tan grande que hay en nuestro país, el hambre, la miseria, la falta de corriente, hacemos esto para ayudar a nuestra familia».
La magnitud de la demanda ha provocado que muchas agencias de Miami tengan personas esperando en las calles. Aunque algunas prefieren mantenerse en el anonimato o evitar las cámaras, todas coinciden en un motivo común: la urgente necesidad de apoyar a sus familiares en la isla.
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Aunque algunos medios sugieren que el aumento en los envíos podría estar relacionado con posibles restricciones de la administración de Donald Trump, los clientes descartan esa idea.
«La prioridad es la necesidad», afirma Juana Milanés, quien destaca que los envíos buscan cubrir carencias inmediatas y no responden a factores políticos.
La naturaleza de los paquetes enviados también refleja la gravedad de la crisis energética en Cuba.
Además de alimentos no perecederos, los envíos incluyen artículos como plantas eléctricas, paneles solares, ventiladores y baterías recargables.
«Es para hacerles la vida un poquito más fácil», explicaron al medio desde una agencia.
Rachely Baro, representante de Malecón Envíos, describió la situación en términos claros: «El problema es que no hay nada, y lo poco que hay se echa a perder. Los familiares acá hacen lo que pueden porque cada día se pasa más trabajo en Cuba».
Si bien estos esfuerzos ofrecen un respiro temporal, quienes envían reconocen que la ayuda es limitada. Las necesidades en Cuba son profundas y persistentes, lo que obliga a las familias en el exterior a mantener este esfuerzo constante.