Cambió la hora en Cuba y Florida: ¿cómo lo “sufre” nuestro cuerpo?

Atención cubanos de la isla y Florida, este 6 de noviembre tocó cambio de horario. ¿Adelantamos o atrasamos una hora al reloj? Te contamos. Esta madrugada, justo a la 1 am del domingo 6 de noviembre, se atrasaron nuestros relojes una hora para volver a la medianoche del propio día 6. Así comenzó a regir el horario normal y le dijimos adiós al del verano.

Así contó a los cubanos el conocido meteorólogo, Elier Pila en Twitter. “En Cuba se cambia al horario normal el primer domingo del mes de noviembre y se vuelve cuando se establece el horario de verano, el segundo domingo del mes de marzo”, precisó.

“Estos cambios de horarios traen consigo algunos problemas para habituarse, aunque apenas sean de 1 hora, pues nuestro cuerpo está acostumbrado—tengamos o no un reloj a mano— a lo que conocemos como ciclo circadiano”, insistió.

Pila agregó que “a ese proceso que vincula los horarios con la luz solar y con las distintas actividades que hacemos durante el día. Por tanto, nuestro organismo está adaptado a que comamos a una hora que lógicamente va a variar; y puede que nos acostemos a una hora para incluso levantarnos en un horario determinado sin siquiera usar un despertador”.

“Otro de los cambios es el hecho de que ahora va a atardecer mucho más temprano: exactamente 1 hora antes del horario en que lo hizo el día de hoy, pero también va a amanecer más temprano”, insistió.

CAMBIO DE HORA EN CUBA Y FLORIDA 

Otro cambio que vivirá nuestro cuerpo es que cuando la persona se disponga a salir hacia su centro de trabajo, probablemente ya va a ser de día o estará amaneciendo, o expresándolo en buen cubano: “aclarando”.

“¿Y si no se hace el cambio del horario de verano al horario normal? En primer lugar, van a continuar acortándose los días, porque es un proceso natural que responde a la época del año. Para tener una idea más exacta en lo que nos queda del mes de noviembre, vamos a perder aproximadamente unos veinte minutos de luz solar, porque continuará atardeciendo más temprano y amaneciendo más tarde, independientemente que se cambie o no de horario”, señaló el meteorólogo citado.

“El horario de verano, como se conoce, se utiliza para aprovechar más la luz solar. Por ejemplo, de no usarse el horario de verano, el 21 de junio (día más largo del año), amanecería a las 5:44 am y se pondría el sol a las 7:17 pm”, explicó el especialista.

“Con el cambio “se atrasa” la salida del sol para las 6:44 am (un horario “razonable”) y se “alarga” el día hasta las 8:17 pm, poniendo a nuestra disposición una hora más de luz, en un momento del día en que puede ser mejor aprovechada”, añadió.

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