Varias universidades norteamericanas, como la de Colorado o Pensilvania, han pronosticado una temporada muy activa este año en el Atlántico Norte donde se ubican varias islas del Caribe como Cuba y ciudades representativas de la emigración cubana como Miami, en el sur de la Florida.
Por ejemplo la Universidad del Estado de Pensilvania reveló que en base a un análisis estadístico, se espera el desarrollo de al menos 20 huracanes, con un margen de error de 4.4 sistemas, para un rango de 15 a 24 tormentas tropicales de junio a noviembre próximo.
We predict one of the most active Atlantic hurricane seasons on record (20±4 named storms) | "The 2020 North Atlantic Hurricane Season: Penn State ESSC Forecast": https://t.co/qQ2UUbFvaw@Penn_State
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En base a otro escenario considerado en el caso de que el fenómeno denominado “la Niña” no se desarrolle, el pronóstico sería de 19 tormentas tropicales, con un rango de 14 a 23 tormentas tropicales en general.
Las razones de la Universidad de Pensilvania para estos pronósticos, son las temperaturas actuales en la región principal de desarrollo de estos eventos climatológicos que están 1.1 grados Celsius por encima de lo normal.
Antes, las universidades estatales de Colorado y Carolina del Norte, además del Consorcio de Riesgo de Tormenta Tropical del Reino Unido, AccuWeather, The Weather Company y la Universidad de Arizona, habían previsto igualmente un número de tormentas mayores que el promedio del período de 1981-2010, que fue de 12 huracanes.
Habitualmente, si lo fenómenos de “El Niño” o “Niña” se mantienen tranquilos en el transcurso del verano y el otoño del hemisferio norte, la circulación troposférica superior favorece la formación e intensificación de los ciclones en el área nuestra. Y esa es una de las razones más poderosas.
No obstante, según el meteorólogo cubano José Rubiera no existe ninguna correlación entre la cantidad de ciclones tropicales que se originan en el Atlántico y el número de impactos que se producen en Cuba.
Por ejemplo, la temporada ciclónica del 2019 pasó a los récords como la tercera más activa en la era de los satélites geoestacionarios, con 18 tormentas, pero ni una tocó a la Isla. En contraste, la del año 2002 no fue activa y azotaron dos huracanes a Cuba.
La Isla ha tenido cuatro años agitados en cuanto a huracanes se refiere. En 2003 hubo 16 ciclones nombrados, pero Cuba no fue castigada. En 2008 también se registraron 16 y afectaron de manera directa la tormenta Fay y los huracanes Gustav, Ike y Paloma. Además, por la cercanía de Hanna acaecieron lluvias e inundaciones costeras en el oriente cubano.
Mientras en 2012 igualmente se observaron 19 huracanes y sí fueron afectados, dos veces: cruzaron la tormenta tropical Isaac y el intenso huracán Sandy.
La temporada comienza oficialmente el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre. En general, según describieron en su cuenta de Twitter, los científicos esperan que esta sea de las temporadas de huracanes más activas en la historia del Atlántico Norte.