El Instituto Nacional de Meteorología de Cuba adelantó en sus redes sociales que la temporada ciclónica en la isla y el resto del Caribe sería muy activa esta temporada que comienza el venidero 1ro de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre.
Según esta información, el pronóstico cubano que emite cada año el Instituto de Meteorología de Cuba, se formaría 16 ciclones tropicales, de los cuales 8 pudieran alcanzar la categoría superior de huracán. También ya están los nombres elegidos para estos fenómenos naturales, los tres primeros serán llamados: Ana, Bill y Claudette.
La previsión apunta a que la mayoría se forme en el Atlántico lejano, mientras tres pudieran iniciar su recorrido en el Caribe, justo debajo de la isla, con mayores posibilidades de que afecten directamente a Cuba. Otros tres deberían desarrollarse en el Golfo de México.
“El peligro de que Cuba sea afectada por al menos un ciclón tropical es alto, con una probabilidad de un 85 por ciento, y de ser afectada por uno con vientos superiores a 118 kilómetros por hora (huracán), es moderado, con un 45 % de probabilidad”, dice el pronóstico cubano que será actualizado en agosto nuevamente.
La Universidad Estatal de Colorado (CSU) también emitió el pasado 8 de abril su pronóstico inicial. Este calcula que habrán 14 tormentas con nombre, de ellas 8 se convertirán en huracanes y de estos cuatro, podrían llegar a ser grandes huracanes (con categoría 3 o mayor).
El Centro de Huracanes de Miami (NOAA por sus siglas en inglés) por su parte advierte que las estadísticas hasta el 2020 recogen un aumento de la actividad ciclónica en esta área. La temporada de huracanes del Atlántico ha aumentado con 14 tormentas con nombre y 7 huracanes.
Además el promedio de huracanes poderosos (Categoría 3, 4 o 5) permanece sin cambios con número relativo a tres por temporada. Los promedios de tormentas atlánticas anteriores, basados en el período de 1981 a 2010, fueron 12 tormentas con nombre, 6 huracanes y 3 grandes.
La NOAA está actualizando el conjunto de estadísticas que se utilizan para determinar cuándo las temporadas de huracanes están por encima, cerca o por debajo del promedio en relación con el registro climático. Este proceso de actualización ocurre una vez cada diez años.
“Esta actualización permite a nuestros meteorólogos hacer pronósticos para la temporada de huracanes teniendo en cuenta las estadísticas climáticas más relevantes”, dijo Michael Farrar, director de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de la NOAA.
NOAA emitirá su pronóstico estacional inicial para la temporada de huracanes de 2021 a finales de mayo. La temporada de huracanes en el Atlántico se extiende oficialmente del 1 de junio al 30 de noviembre.
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