La crisis migratoria en la frontera de Estados Unidos y México no para. Y aunque el actual mandatario norteamericano Joe Biden hizo promesas electorales, algunos migrantes se preguntan si realmente este tiene algún plan de ayudas para ellos.
Tras prometer suavidad respecto a las leyes migratorias de su antecesor Donald Trump, Biden vio como una avalancha humana copaba la frontera sur de los Estados Unidos. Ante ese “brote” Biden dio marcha atrás y endureció sus propuestas. También envió a varios de sus funcionarios a decir públicamente: “No vengan, no es un buen momento”.
El plan actual de Biden contempla varias restricciones, con un paquete de 4000 millones en ayuda para implementar cierres en el llamado “Triángulo Norte” y Chiapas. Primero una masiva migración de mexicanos, luego otra desde Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) y finalmente una igual de preocupante de migrantes cubano y haitianos.
Los flujos migratorios utilizan en su mayoría la frontera con Chiapas debido a una mínima vigilancia. El otro hueco, para avanzar dentro de México es por Tabasco. Cuando Biden fue vicepresidente con Barack Obama, Estados Unidos intentó palear la situación de pobreza en Centroamérica con mil millones de dólares, ahora lo cuadruplicó.
Igualmente, Biden envió a la vicepresidenta Kamala Harris, a encargarse del embrollo migratorio en la frontera de EEUU con México. Pero según datos oficiales, el 40% de los estadounidenses no aprueba el manejo que se ha tenido con el flujo migratorio, en especial con los niños no acompañados.
En las últimas semanas, Biden sigue enfrentando una crisis migratoria que ha puesto en juicio sus políticas para asumir esta realidad. Para muchos estadounidenses, desde que llegó Biden al poder, los migrantes se sienten más apoyados y que creen que tendrán más facilidades migratorias para cruzar la frontera. Situación errada.
Miles de migrantes, incluidos cubanos, siguen tratando de llegar a Estados Unidos atraídos por el efecto de “un nuevo presidente”. Pero la realidad es que siguen siendo expulsados de forma masiva hacia territorio mexicano.
Lo peor es que muchos de estos migrantes, que no tienen la posibilidad de explicarle a un juez en Estados Unidos su situación, son deportados debiendo miles de dólares (entre 10 mil y 15 mil) pues muchos de ellos, para llegar hasta ahí, venden sus casas o pertenencias valiosas.
El actual mandatario, Joe Biden y Roberta Jacobson, coordinadora de asuntos para la frontera sur de Estados Unidos lo han vuelto a decir. Lo repiten varias veces a la semana: “No vengan”. Un mensaje claro a los migrantes que empiezan a amontonarse en la frontera.
Menores no acompañados: no fabriquen niños para tirarlos por el muro desde 4 m. de altura o para saber que van a mandarlos a USA desentendiendose de ellos como el que abandona un perro en la protectora de animales……Usen anticonceptivos.