El catedrático e investigador cubano José Luis Perelló confirmó en un artículo que el desarrollo del turismo internacional hacia Cuba se ha visto muy limitado en los últimos dos años, informó la agencia Prensa Latina.
Según la nota, la Isla padece “problemas estructurales endógenos, de difícil solución” y la situación actual, hace que los mismos empeoren a grados altísimos.
El experto recordó que entre esos problemas están la insuficiencia del ahorro doméstico en los hoteles, la escasez crónica de divisas y de apoyo financiero internacional para el desarrollo del turismo y las distorsiones en el sistema de precios debido al uso de un cambio sobrevaluado.
Igualmente aludió a la existencia de mercados segmentados y la dualidad monetaria, entre el peso cubano y el cuc. Además de las restricciones habituales del embargo, que limita la llegada del turismo estadounidense, el más cercano a la Isla y que posibilitaría un arranque distinto del turismo isleño.
Perelló demostró que en 2019 los principales emisores de turistas a Cuba, los de Europa, se vieron envueltos en varios conflictos que llevaron incluso al colapso de la aerolínea de Thomas Cook, cancelando así 8,6 millones de asientos de turistas a más de 30 países latinoamericanos a finales de 2019.
Por ello el experto recalca que ante la situación actual, el turismo nacional debe recaer hasta sus peores tiempos en los próximos meses. Sumado a ello, hay otros factores, como la aparición de nuevos mercados en el Caribe, la frecuencia de fenómenos meteorológicos y la ausencia de la renovación de productos turísticos en Cuba.
No obstante, el experto cree que el turismo de viajes demostrará su poder de recuperación, aunque con la lentitud que el panorama actual demuestra. Y Cuba estará al tanto de cómo se desarrolla en otros sitios, para mirar qué se puede hacer desde dentro.
De hecho, Cuba no ha parado de construir hoteles o renovarlos. La cadena española Meliá mantiene su construcción de un hotel en Trinidad, mientras en Holguín hay más de 1500 acciones de mantenimiento en hoteles.
El Iberostar Selection Almirante avanza en su construcción, que será el primer hotel 5 estrellas en la famosa playa de Guardalavaca. En fase de terminación está en Saratoga, operada por Hoteles E, del grupo Cubanacán. El hotel se erige en el casco histórico de la ciudad de Holguín.
Mientras Varadero que es el destino preferido por millones de turistas que cada año visitan la isla caribeña, cuenta con 52 hoteles y un activo crecimiento de su planta habitacional, también remozada en este tiempo de descanso.
Pese a ello en la provincia, y específicamente en Varadero, aunque los hoteles no reciben vacacionistas, el trabajo continúa. Una vez que reabran hoteles, bares y restaurantes, los clientes no serán iguales, aunque sean los mismos. Habrán experimentado un significativo cambio de actitud; serán mucho más sensibles a las cuestiones relacionadas con la higiene, la limpieza, las desinfecciones y no se podrán culpar.
Los más optimistas prevén el regreso de los viajes y el movimiento turístico para el último trimestre del año; otros son más pesimistas o reservados, y hablan de hacerlo a principios de 2021.
Recientemente el ministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil, habló de una proximidad a la fase de recuperación en el país, pero todavía no es posible precisar en qué momento retornará el turismo a Cuba y a Varadero. Lo cierto es que sea cuando sea, será con cambios tanto en lo personal como a nivel de países.
El turismo, como motor impulsor de las economías, y en este caso en Cuba, precisa revolucionarse, reinventarse, modificarse, en aras de mantener su privilegiado espacio en el mercado internacional.
Además de que es un pilar fundamental para la economía cubana, su caída desde hace ya unos dos meses y medio, demuestra que si este no se recupera, no se recupera la Isla.