El gobierno cubano busca autoabastecerse respecto a la producción de huevos y carne de pollo, que ahora mismo le cuesta importar desde el exterior y no cubre la demanda de la población.
En Las Tunas, la Empresa Avícola tiene como intención la estabilidad de las producciones destinadas a sustituir importaciones al turismo. Hasta el cierre de mayo, sobrepase en cerca de tres millones de unidades lo previsto hasta la fecha.
De acuerdo con Pedro Calero Díaz, director de la entidad, en el mes de abril fue posible vender más de medio millón de huevos liberados a la población, a través de Comercio y Gastronomía.
“En el año 2019, la provincia recibía 19 millones de huevos para cubrir la demanda de 70 millones que necesita el territorio, ya para este año, tenemos pensado recibir 11 millones, lo que representa una disminución considerable”, dijo el directivo.
No obstante la producción de huevos todavía no cubre ni la mitad de la producción necesaria para la población tunera.
Sin embargo el proceso inversionista, está enfocado en ampliar la infraestructura con la que cuenta la empresa.
“En 2021 pensamos poder cubrir 65 de los 70 millones de pobladores que lo necesitan, y si logramos ejecutar el próximo año la inversión prevista de cuatro nuevas naves en la unidad empresarial de base Ramón Téllez, pensamos que para 2022, el territorio pueda autoabastecerse”, señaló Calero Díaz.
La ampliación de las naves significa resolver en gran medida lo que ha sido durante años una problemática, que impedía el crecimiento del número de aves en producción.
“El objetivo principal es crecer en el movimiento de rebaño de la empresa, que se traduce en llegar a alrededor de unas 400 000 gallinas en producción para mantener el balance anual de la provincia. Nosotros recibimos el pie de cría desde otros territorios, o sea, el pollito de un día de nacido, y lo formamos por diferentes etapas, hasta que llega a ponedora. Recibimos, por ese concepto, alrededor de 350 mil pollos”, dicen desde Las Tunas.
La empresa produce también dos tipos de pollos, el semirrústico, conocido popularmente como mexicano o sierrita, con una cifra de 50 000 al año, que son altamente productivos con relación a los huevos, y 84 000 de un campero mejorado, que da más carne, pero su productividad en cuanto a los huevos es un poco más baja. Estos pollos responden a un programa en el que se involucran la agricultura y las organizaciones de masas, con el fin de incrementar ambos renglones en las bases productivas y en los patios de la propia población.
En Cuba actualmente se producen mil 900 millones de huevos de forma intensiva, y 200 millones de forma no convencional, con soporte en la genética desarrollada en estos años, representada en la gallina ponedora que se explota industrialmente, y la semirrústica y el pollo campero, utilizados para la avicultura alternativa. Se alcanzan 9 mil 500 toneladas de carne de aves de desecho.
“Consideramos como retos importantes de los avicultores para los próximos años continuar incrementando la producción de huevos, lograr mejores resultados productivos de las aves e incrementar la eficiencia económica de la actividad empresarial. Asimismo, es cardinal sustituir la importación, valorada en más de 300 millones de dólares anuales, de carnes y subproductos avícolas, que con la adecuada tecnología podemos producir en Cuba”, dijo Norberto Espinosa Carro, presidente del Grupo Empresarial Ganadero en la Isla.
En Cuba solo existen en el país 13 fábricas de pienso, y cinco grandes almacenes para acumular los granos proteicos necesarios para la alimentación de las aves.
La Isla gasta más de 300 millones de dólares anuales en comprar carnes de aves y subproductos avícolas, que con la adecuada tecnología pudieran producir en Cuba y actualmente no se hace.
Existen también proyectos de inversión extranjera que, de consolidarse, asegurarían la producción de 100 mil toneladas de carne de pollo en canal, con alta tecnología, pero todavía eso no existe.
Y no olviden que el limón es la base de todo.