Un video viral en la red social X (antigua Twitter) mostró el tenso momento en que un pasajero cubanoamericano es interceptado en el Aeropuerto de Boston, Estados Unidos por entrar un “peculiar producto” en su equipaje: cascarilla.
Las imágenes revelaron a los oficiales de aduanas en dicho puerto de entrada a Estados Unidos inspeccionando un paquete envuelto con sumo cuidado. Al abrirlo, descubren una sustancia inusual: ¡cascarilla! Algo que evidentemente no comprendían los funcionarios norteamericanos.
¿Religión o contrabando? La cascarilla, utilizada en la religión afrocubana para rituales y protección, generó confusión entre los agentes. Ante la sospecha de que pudiera ser una sustancia ilegal, se realizó una prueba de detección de drogas.
Afortunadamente, la prueba resultó negativa y el joven cubano pudo explicar que la cascarilla era un regalo para un amigo, de parte de su madre y que no tenía intenciones de traficar con ella. Este incidente nos recuerda la importancia de conocer las restricciones aduaneras al viajar con objetos religiosos o culturales.
Cubanoamericano con cascarilla pasa susto en aeropuerto de Boston
El joven cubanoamericano que regresaba a Boston se vio en una situación tensa cuando las autoridades del aeropuerto retuvieron sus productos religiosos, como cascarilla, utilizados en la santería afrocubana.
Los oficiales, al no reconocer la cascarilla y otros elementos, los confiscaron y realizaron pruebas de detección de drogas. Afortunadamente, las pruebas dieron negativo.
El video del incidente se viralizó en redes sociales, donde muchos cubanos expresaron su apoyo al joven y criticaron la falta de conocimiento de los oficiales sobre la religión afrocubana.
Incluso, algunos usuarios incluso señalaron que en Miami, ciudad con una gran población cubana, este tipo de situaciones no ocurrirían, ya que la cascarilla es un elemento familiar para la comunidad de allí. Pero no es el caso para las autoridades de Boston, por ejemplo.
Finalmente, el joven pudo recuperar sus productos y continuar su viaje al interior de Estados Unidos. Aunque nadie le puede quitar el susto ahora.