En enero, toma posesión de su cargo el presidente electo, Donald Trump, y amenaza con deportaciones masivas de emigrantes, ¿quedarán los cubanos en Estados Unidos a salvo de esa «limpieza»?
El abogado de inmigración Wilfredo Allen consideró que los cubanos que aún no tienen residencia en Estados Unidos no serían los principales afectados por el plan de deportaciones masivas anunciado por el presidente electo Donald Trump.
En una entrevista con la Voz de América, difundida en otros medios de Miami, Allen explicó que, si bien el republicano prometió llevar a cabo una política de deportaciones masivas, esta sería «físicamente imposible e incosteable» de ejecutar, dado el volumen de inmigrantes indocumentados en el país.
Sin embargo, el experto advirtió que Trump sí tiene la capacidad de hacer cambios significativos que impacten la permanencia de miles de migrantes que actualmente se encuentran en Estados Unidos.
Según Allen, los cubanos se beneficiarían de la Ley de Ajuste Cubano, una legislación que desde 1966 permite a los cubanos legalizarse en el país después de permanecer un año y un día en el territorio estadounidense.
Esto coloca a los migrantes cubanos en una posición más segura en comparación con otros grupos de inmigrantes, como los venezolanos, nicaragüenses y haitianos, quienes no cuentan con los mismos beneficios.
Cubanos a las puertas de deportaciones masivas en Estados Unidos desde enero de 2025
En cuanto a los posibles cambios que podría implementar la administración de Trump, Allen destacó que el presidente electo podría optar por suprimir las órdenes ejecutivas del presidente Joe Biden, así como aquellas emitidas durante el gobierno de Barack Obama.
Esto afectaría principalmente a los migrantes que han llegado a Estados Unidos bajo programas como el Parole Humanitario, una medida que permitió la entrada de más de 600,000 personas de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela.
El abogado señaló que hasta finales de octubre de 2024, más de 110,000 cubanos habían sido autorizados para viajar a Estados Unidos a través de este programa, y de esos, la mayoría ya se encuentra en territorio estadounidense.
Trump también prometió que las personas que ingresaron bajo el Parole Humanitario serán deportadas, lo que representa una de las mayores preocupaciones para los migrantes de estos países.
La plataforma del Partido Republicano, en la que se basa el plan de Trump, tiene entre sus principales prioridades la implementación de una política de seguridad fronteriza más estricta.
En cuanto a las deportaciones, la agenda republicana aclaró que se priorizaría a los inmigrantes con antecedentes criminales graves, aunque la amenaza de deportación masiva sigue siendo una de las principales preocupaciones de los inmigrantes en Estados Unidos.