Medios informativos de Nicaragua, como el diario La Prensa, señalaron que el número de viajeros cubanos, en los primeros cuatro meses de este 2023, hacia esa nación centroamericana, disminuyeron significativamente respecto al mismo período del 2022, teniendo en cuenta que los cubanos no necesitan de visas para entrar allí.
Según esta información recolectada tras analizar los datos del Banco Central de Nicaragua, la llegada de cubanos bajó muchísimo desde el cierre de fronteras de Estados Unidos y la aparición del “parole humanitario” de la Administración de Joe Biden. No era un secreto para nadie, que los cubanos estaban usando esa vía para llegar a la frontera sur de EE.UU y solicitar asilo.
Con la leve apertura de las fronteras, a finales de 2021, el gobierno aliado de Cuba, de Daniel Ortega, quitó a los cubanos la exigencia de visados para entrar a Nicaragua y desde esa fecha más de 300 mil isleños salieron de Cuba rumbo a Nicaragua, para cruzar varios países, en una ruta que llamaron “la vía de los volcanes” para migrar a la nación norteña.
Las cifras actuales solo indican lo que era “un secreto a voces”, los viajeros cubanos no llegaban a Nicaragua para realizar “turismo de compras”, simplemente era la vía principal para iniciar el largo y peligroso camino hacia EE.UU.
Viajeros cubanos a Nicaragua: ruta a EE.UU
La información precisa que de enero a abril de este año, el Aeropuerto Internacional “Augusto César Sandino” de Managua, la principal puerta de entrada a esa nación, apenas recibió poco más de 199 mil viajeros, de los cuales más de 23 mil, en su mayoría cubanos, no regresaron a sus países.
“La brecha entre el número de viajeros que entran y salen empieza a cerrarse”, apuntó el citado medio, que relacionó esas cifras con igual período de 2022, cuando a ese país entraron 191,700 viajeros y de esta cifra 93,700 no volvió a salir por la terminal aérea de Managua. La mayoría de los que no retornaron fueron cubanos”, confirmaron.
Con la aparición del parole, los cubanos tienen una alternativa legal, que ya le ha resuelto el futuro a cientos de miles y prefieren no arriesgarse en una ruta peligrosa y más costosa. Además, quienes llegan a la frontera de EE.UU y no pasan la entrevista de asilo, pueden ser deportados a la isla y negados por cinco años de aspirar a un parole.