Como se sabe el gobierno de Estados Unidos anunció este 13 de agosto que suspenderá todos los vuelos chárteres privados con destino a Cuba, pero ¿cuáles son sus efectos prácticos?
El nuevo “castigo” completa las sanciones de viaje bajo las cuales todos los vuelos chárter habían sido prohibidos excepto a La Habana. Ahora, la capital de Cuba también está prohibida de cierto modo, aunque sólo se afecten los empresarios o celebridades que volaban desde Estados Unidos a Cuba, explica la agencia francesa AFP.
Sucede que los viajes chárter privados a La Habana eran populares entre las celebridades y los ejecutivos de negocios del área de Miami y hacia ellos va dirigida la nueva medida del gobierno norteamericano en realidad, no a las familias en sí, pues la mayoría de las empresas que operan los chárteres a Cuba son de carácter público y tienen los permisos correspondientes.
La medida se produce cuando el presidente Donald Trump enfrenta una dura batalla por la reelección en la que Florida, hogar de una gran comunidad conservadora cubanoamericana, cumple un papel fundamental en dicha carrera.
Pero sin dudas el anuncio marca el último endurecimiento de la política de Estados Unidos hacia Cuba bajo Trump, quien revirtió un deshielo en las relaciones con La Habana que comenzó bajo su predecesor, el demócrata Barack Obama.
“La suspensión de los vuelos chárter privados negará recursos económicos al gobierno de Castro e inhibirá su capacidad”, dijo Mike Pompeo, secretario de estado de EE.UU en un comunicado al anunciar las medidas.
“Esta administración continuará recortando los ingresos que el gobierno cubano gana por tarifas de aterrizaje, estadías en hoteles propiedad de ellos y otros ingresos relacionados con viajes”, agregó Pompeo. Realmente Trump ha intensificado las sanciones, cancelando o suspendiendo muchos de los acuerdos hechos bajo el mandato de Obama.
Por ejemplo en octubre del año pasado, Estados Unidos prohibió los vuelos chárter a Cuba, excepto a La Habana, ya que la medida perjudicaba la economía de la isla y este mes de mayo estableció un límite de 3600 vuelos anuales a la capital cubana, lo que pone límites al intercambio entre familias en ambos lados.
No obstante la administración Trump no ha llegado a poner fin a los vuelos comerciales regulares a Cuba, aunque ahora no hay ninguno debido a la pandemia. Pero quizás los tenga en la mira en algún momento si es reelegido en noviembre próximo, aunque eso afectaría a empresas norteamericanas como las aerolíneas American Airlines, United, Delta o JetBlue.
Pompeo aclaró que sigue habiendo una excepción para los vuelos chárter públicos autorizados hacia y desde La Habana y otros vuelos chárter privados autorizados con fines médicos de emergencia, búsqueda y rescate, «y otros viajes considerados de interés para los Estados Unidos». O sea, los vuelos chárteres habituales a La Habana se mantienen.
Realmente el impacto de esta nueva sanción es muy limitado porque desde que Obama restauró los vuelos comerciales a Cuba, los viajes chárter privados a la isla han disminuido, dijo a AFP, John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba.
«Lo que se verá afectado son las visitas a Cuba de celebridades y ejecutivos de negocios que utilizaban aviones privados», dijo Kavulich.
En junio, el Departamento de Estado agregó siete empresas y hoteles cubanos a su lista de entidades sancionadas, incluida la financiera Fincimex, que gana dinero con las remesas enviadas a Cuba, en particular a través de Western Unión o AIS. Prácticamente desde Estados Unidos va quedando la opción de AIS remesas para enviar en dólares a Cuba, luego de las medidas de las tarjetas en MLC.
En julio pasado, Estados Unidos también anunció sanciones contra Havin Bank LTD, una entidad cubana con sede en Londres también conocida como Havana International Bank, que dio un golpe al sistema financiero cubano, además de que otros bancos por temor a represalias como el francés Crédit Mutuel Bank que canceló el envío de remesas a Cuba a través de ellos.