Falleció el actor cubano Mario Limonta, quien deja un legado eterno en las artes escénicas cubanas.
El reconocido actor cubano Mario Limonta falleció en La Habana un día antes de cumplir 89 años, dejando tras de sí una prolífica carrera de más de 60 años que lo consagra como uno de los grandes artistas de Cuba.
Su contribución a los medios de comunicación, el teatro, la radio, la televisión y el cine marcó un hito en la cultura nacional.
Limonta nació el 19 de enero de 1936 en Guantánamo, donde dio sus primeros pasos en la emisora radial de su ciudad natal.
Su gran talento lo llevó a destacar en el programa “La corte suprema del arte”, donde obtuvo el título de Estrella Naciente, impulsándolo a desarrollar su vocación artística con mayor determinación.
Entre sus personajes más recordados se encuentran el sargento Arencibia en el icónico programa televisivo “San Nicolás del Peladero” y Sandalio el Bolao en la radio, papel que compartió junto a su esposa Aurora Basnuevo en el popular programa “Alegrías de sobremesa”.
Juntos, formaron una de las parejas más queridas de la cultura cubana, tanto en la vida como en la profesión.
La trayectoria de Limonta abarcó el cine y el teatro, destacándose en películas como “De cierta manera” (1974), “El Brigadista” (1977) y “Barrio Cuba” (2005).
Su extraordinario talento le valió múltiples galardones, entre ellos el Premio Nacional de Televisión (2009), el Premio Nacional del Humor (2016) y el Premio Lucía de Honor del Festival de Cine de Gibara (2022).
En la tarde de este sábado, la comunidad artística y el público cubano expresaron su pesar en redes sociales, recordándolo como un hombre decente, talentoso y un compañero excepcional.
El actor Héctor Noas lo describió como “un maestro y un amigo”, destacando su legado en la televisión, el teatro y su último trabajo en la película “Estrés”, de Marilyn Solaya, aún por estrenar.
Mario Limonta deja una huella indeleble en la cultura cubana. Su vida, marcada por la entrega y la excelencia, será siempre recordada por generaciones de cubanos que disfrutaron de su arte. ¡Descansa en paz, maestro!