Durante la Mesa Redonda, este miércoles, el vicepresidente del BCC (Banco Central), Alberto Javier Quiñones Betancourt, explicó que la moneda virtual cubana (MLC) no desaparecerá pese a la apertura de mercados en dólares en efectivo.
Quiñones Betancourt destacó la importancia de la captación de divisas dentro del mecanismo de gestión, control y asignación de recursos financieros.
Señaló que una gran parte de la divisa circula fuera del sistema bancario, por lo que el Gobierno cubano está tomando decisiones para su regulación y correcta gestión.
En este sentido, enfatizó el reimpulso y reordenamiento del mercado cambiario, considerando su papel esencial para la estabilidad económica del país. Este mercado ha avanzado con consenso gubernamental sobre su alcance e implementación gradual.
Cuentas en MLC cubano y Bancarización
El funcionario aseguró que las cuentas en Moneda Libremente Convertible (MLC) se mantienen activas y respaldadas por los bancos, junto con las tarjetas asociadas. Además, el BCC continúa desarrollando opciones para ampliar las facilidades bancarias y los medios de pago.
«El MLC no desaparece», aseguraron.
En este contexto, han surgido nuevos productos financieros, como la tarjeta prepago del Banco de Crédito y Comercio, concebida inicialmente para turistas pero ahora accesible a otros usuarios.
Estas tarjetas permiten compras eventuales sin necesidad de abrir una cuenta bancaria.
Aceptación del Dólar en Efectivo
Uno de los aspectos más destacados es la autorización del pago en dólares en efectivo en determinados comercios.
Esta decisión busca acelerar la captación de divisas, garantizando seguridad y control sobre su circulación. A pesar del proceso de bancarización en Cuba, se considera que los clientes deben tener la libertad de elegir su medio de pago.
El vicepresidente del BCC subrayó que cada escenario económico requiere estrategias diferentes, y esta medida responde a la necesidad de ordenar el flujo de divisas en la economía cubana.
Y qué pasará con los jubilados que después de consagrar su vida activa laboralmente, ahora cargados de años y de dolencias se ven desamparados, carentes de alimentos que necesitan y de medicamentos ausentes en la red de farmacias.
Es desolador, descompensa te y muy triste.
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