Los grupos hoteleros impulsan cuatro grandes cambios en su producto para atraer al turista una vez pase la crisis sanitaria mundial y se soliciten cambios en las instalaciones de este tipo para poder alojar turistas.
Entre las cuatros medidas esenciales, destacan los desayunos, los check in, las restricciones a las zonas comunes, y la entrega de un kit de prevención.
En primer lugar, ya existen iniciativas para sustituir los buffet en los restaurantes por paquetes monodosis para cada cliente. Lo que agregaría una disminución, suponemos, en el costo de las reservas. Quizás predomine el desayuno continental en cada habitación. Lo cierto es que los hoteles tendrán que reinventarse.
La nueva normativa higiénico-sanitaria, la formación de los empleados, la disminución de plazas en los comedores y los nuevos acuerdos con los proveedores sobre embalajes, por ejemplo, son solamente algunos de los cambios que ya están en el horizonte y que apunta un estudio de “The Hotel Factory”.
En segundo lugar se están impulsando también check in online que permita identificar al cliente y abrir la puerta de la habitación con el móvil sin pasar por recepción, aunque también se prevé la incorporación de mamparas en la recepción para mantener el distanciamiento social.
Esto requerirá adaptaciones operativas como los cambios de aforo y ajustes técnicos, por ejemplo en los métodos de activación no-táctiles, podrían ser por voz o smartphones. La aglomeración de personas para el check-in o check-out en recepción tampoco será posible; habrá que marcar una línea de espera que garantice la separación social o apostar por sistemas digitales.
El mercado cuenta con soluciones para el auto check-in y gestión integral de alojamientos turísticos y hoteles. Esas aplicaciones móviles permiten los procesos de check-in y check-out sin pasar por recepción.
En tercer lugar, se plantean los aforos limitados y restricciones en las zonas comunes, y como cuarto cambio también se proyecta la entrega de un kit de prevención contra el virus para clientes. En el kit vendrían guantes, termómetros o mascarillas. Estas son algunas de las medidas en las que trabajan las cadenas hoteleras como Meliá, Iberostar, Marriot, NH, Barceló, Riu, Four Season, entre otros, para contar con mayores requisitos de seguridad.
Por ejemplo ya en China están utilizando a través de los teléfonos móviles y un código QR un certificado sanitario.
“Con una simple prueba médica podríamos obtener un certificado digital para viajar”, aseguran expertos, que auguran que “se exigirán nuevas medidas sanitarias tanto en aviones como en aeropuertos, sea un certificado médico, una vacuna, una prueba de inmunidad”.
Los principales representantes turísticos de España como Exceltur y Cehat coinciden en que una de las claves de la recuperación del sector pasa por crear un pasaporte sanitario, sobre todo con el fin de impulsar y facilitar el tráfico aéreo ante la crisis.
Los hoteleros consultados atisban que una amenaza para la ocupación de sus establecimientos vendrá de que los mayores de 60 años, que son una clientela clave, tendrán más dificultades que las habituales para viajar, ya sea por recomendaciones de las autoridades o por su propio temor ante lo sucedido.
Estos cambios también obligarán a las aerolíneas a adaptarse además al nuevo escenario tras la eliminación de revistas a bordo; el fin de las comidas calientes para evitar manipulaciones de alimentos, o un mayor control médico sobre pasajeros y tripulantes.
Sin dudas el sector turístico se enfrenta a un nuevo paradigma tras el confinamiento, en este punto, se cifra en unos nueve meses el plazo para recuperar la normalidad en el sector turístico, desde que empezó la crisis en cada país.
Antes debe pasar por un periodo con restricciones en el que “la demanda hotelera podría estar entre un 30 y un 50% de ocupación respecto a años anteriores”.