Una familia de origen cubano ha demandado a la cadena española Iberostar por la explotación del Hotel Iberostar Imperial en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de Cuba, tras su capital, La Habana.
Todo ello amparado en la Ley Helms-Burton en la que se exige a la cadena hotelera española una indemnización por beneficiarse de un hotel confiscado en 1959.
El litigio ha sido presentado en Florida por María Dolores Canto Martí. Su antepasado Fernando Canto compró en marzo de 1909 el edificio y, en 1916, puso en marcha un hotel llamado ‘El Imperial’ que contaba con un restaurante y un bar. También incluía una tienda llamada La Francia, todo en la misma ubicación, según consta en la documentación original.
En 1942, Fernando Canto murió en Cuba y la propiedad pasó a manos de sus cuatro hijos, dos de los cuales murieron posteriormente sin descendencia.
Su hija, que es la que impulsa ahora el procedimiento, señala que Iberostar llegó a un acuerdo con Cuba para explotar el hotel y esta licencia incluye la gestión del restaurante La Francia, Parrillada La Joya Snack Bar, Don Fernando Lobby Bar y El Dorado Roof Garden, negocios todos ubicados en el mismo sitio que era de la familia Canto.
También critica que Iberostar use sin permiso el nombre de “Don Fernando Lobby Bar” en lo que considera una clara referencia a su antepasado, del cual no se recibe ningún beneficio.
En línea con otras demandas ya presentadas contra cadenas hoteleras, sobre todo de España, la familia de origen cubano reclama una indemnización por los beneficios que ha obtenido Iberostar con la explotación de un hotel.
Iberostar ya estaba avisado de un posible litigio en caso de no responder a las exigencias económicas.
Cuba es de uno de los mercados más importantes para el grupo hotelero, junto a España y México. En Cuba cuentan con 18 hoteles abiertos, a través de los cuales en 2018 obtuvo un beneficio de 5,3 millones de euros antes de impuestos, según figura en su memoria anual, lo que representa un 6,5% del total de sus ingresos en todo el mundo.
Iberostar se suma así a la lista de multinacionales españolas golpeadas. Es el caso de la hotelera Meliá, que también fue demandada el año pasado en los tribunales norteamericanos por sus hoteles en la Isla.
Estados Unidos también mantiene un veto al CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, prohibiéndole la entrada a su territorio.
Junto a Meliá, en noviembre de 2019 el grupo NH se vio envuelto en un pleito al amparo de la misma ley estadounidense. Esta familia reclamaba una indemnización millonaria por «traficar» con propiedades confiscadas, aunque unos meses después los demandantes decidieron retirarla voluntariamente.
Finalmente, la entidad financiera BBVA también cuenta con una demanda que, por el momento, sigue su curso. Una familia cubana, que vive en Estados Unidos acusa al BBVA, Société Générale, Bank of Nova Scotia y al Banco Nacional de Canadá de «traficar» con una entidad bancaria que les fue confiscada en Cuba.
Según explican los demandantes, en el año 2000 el Banco Nacional de Cuba otorgó a BBVA una licencia para «coordinar el otorgamiento de depósitos, créditos, préstamos y otras formas de facilidades de crédito en Cuba».
Además, la compañía española cuenta con una oficina en La Habana «para cobrar pagos del Banco Nacional de Cuba relacionados con un 5,4 millones de euros en préstamos».
Mientras otras compañías españolas como Iberia y Air Europa se han librado por el momento de las demandas. Pero como Iberostar, ambas aerolíneas están avisadas de posibles litigios pero nunca se han llegado a hacer efectivas ante la dificultad para pleitear con compañías que no son americanas y por la reciente compra de Air Europa por parte de Iberia.