El presidente norteamericano Joe Biden señaló que el oleoducto Colonial, hackeado supuestamente por un grupo ruso y que paralizó la distribución de combustible en varios estados del país, había vuelto a funcionar a plenitud.
También agregó que el abastecimiento de gasolina para los estados afectados volvería a la normalidad a partir del “fin de semana o a principios de la próxima semana”. Igualmente advirtió a las estaciones de gasolina que no se involucren en ningún aumento de precios mientras los automovilistas esperan que el combustible comience a fluir de manera confiable a través del Oleoducto Colonial.
“No, repito, no intente aprovecharse de los consumidores durante este tiempo. Nadie debería utilizar esta situación para obtener beneficios económicos. Eso es lo que intentan hacer los piratas informáticos. De eso se trata, no de nosotros. Eso no es lo que somos”, dijo el presidente en un llamado a la nación a la calma.
El cierre del oleoducto fue una preocupación importante para una presidencia joven que ha tenido que lidiar con la crisis sanitaria y económica de Estados Unidos. Además de una afluencia de niños no acompañados en la frontera sur, una retirada de tropas de Afganistán y enfrentamientos de alto riesgo a nivel mundial como en Israel y Palestina.
Los funcionarios de la administración entienden así los riesgos políticos y económicos del aumento de los precios de la gasolina y las filas de automóviles que se ven en casi todo el país. Ello podría poner en peligro la agenda de Biden y el control del Congreso por parte de los demócratas.
El presidente dijo que espera que el oleoducto reanude las operaciones normales la próxima semana y destacó la importancia de mejorar la durabilidad de la infraestructura estadounidense como parte de su plan de empleo de 2,3 billones de dólares.
Biden dijo que el gobierno tomaría medidas para detener futuros ataques cibernéticos, aunque se negó a comentar si Colonial había pagado un rescate.
“No creemos que el gobierno ruso haya estado involucrado en este ataque, pero tenemos fuertes razones para creer que los criminales que cometieron el ataque viven en Rusia”, agregó Biden.
La administración dedicó la primera mitad de la semana a mostrar todos los pasos que estaba tomando para devolver el gas a las estaciones de servicio en las áreas afectadas. Se puso en acción después de que los piratas informáticos que buscaban un rescate cerraran el viernes el gasoducto, que entrega alrededor del 45% del gas de la costa este.
El cierre provocó una escasez de suministro y un aumento de los precios, todo lo cual la administración se estaba preparando para abordar. Después de que se reabrió el oleoducto el miércoles, el presidente dio seguimiento con una orden ejecutiva para mejorar la seguridad cibernética.