Después de días a la baja, el precio del dólar, euro y MLC en Cuba se disparó. El euro regresó a los 400 pesos de cambio y el dólar está en 390. Los economistas creen que lo que debe levantarse es el peso cubano, pero es imposible con la ineficiencia económica actual.
Según el medio independiente El Toque, las subidas del precio de las divisas en el mercado cambiario cubano informal, son constantes y rápidas, van de 10 en 10 o de 5 en 5. A pesar de una campaña estatal evidente para conseguir que bajara algo, la tendencia al alza regresó casi enseguida, era algo que ya habíamos advertido en estas páginas.
Algunos economistas, como Juan Triana, señalaron que Cuba sigue teniendo un déficit importante y eso genera liquidez, que es una de las causas del incremento de la tasa de cambio, porque incrementa la liquidez sin respaldo material.
El especialista insistió en que sin una intervención estatal en el mercado cambiario, sin la implantación de una medida que regule, el dólar seguirá subiendo, pues el “vacío de la autoridad monetaria genera espacios para una especulación sin límite“.
Lo que debe subir es el valor del peso cubano
Al respecto, el economista cubano Pedro Monreal, detalló en la red social X, que «lo que debería “levantarse” es el peso cubano, pero no es posible hacerlo con una política económica inefectiva. La inflación actual salió del fracaso del ordenamiento y la “gasolina” se la pone la tríada “baja oferta-alto déficit-exceso de liquidez”. Algo que tiene en común con la perspectiva de Triana.
«El “nerviosismo” preocupante no es tanto el de un mercado ilegal que existe por incumplimiento de funciones básicas del gobierno. Debería preocupar el comprensible “nerviosismo” de ciudadanos a quienes antes prometieron que con el “ordenamiento” estarían mejor», agregó.
Finalmente, en coincidencia también con su colega, precisó que «las causas de la inflación en Cuba son múltiples, incluyendo externas, pero con un déficit enorme que genera excesiva liquidez, política agropecuaria inefectiva y abandono estatal de función cambiaria, las causas internas son decisivas».
Ahora, después del ordenamiento, estamos peor pero estamos bien. Porque antes estábamos bien pero era mentira y ahora estamos mal pero es verdad.