Más de 600 familias han iniciado una nueva vida en un centenar de pueblos españoles en los últimos años gracias al Proyecto Arraigo, muchas de ellas hacen el viaje sin regreso de Cuba a España.
“Llevamos emprendedores al mundo rural en 11 provincias de España”, explicó Enrique Martínez Pomar, director y fundador de la iniciativa, durante una reciente charla en Madrid. “Y ahora estamos en plena expansión”, destacó a la prensa.
Este año, gracias a nuevas alianzas, el Proyecto Arraigo ha sumado decenas de municipios de Castilla y León y Castilla-La Mancha, además de lanzar un innovador programa que atrae nuevos habitantes desde Cuba hacia las zonas rurales de España.
Con ocho años de experiencia, la empresa se consolida como una de las más influyentes en su ámbito, destacándose por su enfoque único: actuar como un puente entre el entorno urbano y rural, conectando a personas que desean cambiar su estilo de vida con pueblos que buscan nuevos residentes.
“Es muy bonito cuando llega una familia y se arraiga: ves que están felices en el pueblo, que tienen una acogida maravillosa. Pero hay mucho trabajo detrás, de mis compañeros, de las familias. Es un proceso largo y complejo”, dijo a la web Innovaspain Yolanda Fernández, directora de proyectos y responsable de relaciones con organizaciones de Proyecto Arraigo.
Proyecto Arraigo: de Cuba a España
Existe un programa del Proyecto Arraigo específico en Cuba, que te lleva a España si cumples con los requisitos.
Según ellos, la oficina internacional ya lanzó un programa en colaboración con La Habana, Cuba, que ya ha permitido traer familias a localidades como Belmonte y Beteta, en Cuenca; Medina de Rioseco, en Valladolid; y Lerma, en Burgos.
Con esta iniciativa, se fomenta el desarrollo de la España rural, mientras que las familias migrantes reciben una oportunidad única para mejorar su situación y construir un nuevo futuro.
Proyecto Arraigo cuenta con una red de técnicos locales que conocen a fondo las áreas rurales y asisten a los interesados en encontrar viviendas, empleos u oportunidades para emprender.
Además, organizan al menos una visita al pueblo antes de la mudanza. Una vez que las familias se trasladan, el equipo continúa apoyándolas en su proceso de integración social.
Aunque en algunos casos el proceso es más rápido, lograr un “arraigo exitoso”, con empadronamiento y una estabilidad a largo plazo, generalmente toma entre ocho meses y un año.
