Periodista desde Miami advierte a los cubanos en México que no gasten miles de dólares para llegar a Estados Unidos en estos momentos, pues es una «segura deportación». ¿Qué sucede por estos días y qué pueden hacer los cubanos allí?
Según el reportero Javier Díaz, de Univisión 23, de Miami, «la situación en México comienza a complicarse tras el cierre de la frontera».
En su Instagram, Díaz agregó que la situación ahora mismo en México es muy inestable: «Si usted tenía previsto salir de Cuba rumbo a ese país para pedir asilo por CBP One, en la frontera, mucho cuidado, porque Tapachula, así como el DF y otros puntos al norte de México, que colindan con la frontera de Estados Unidos están abarrotados de inmigrantes».
El reportero añadió que todavía no se sabe cuándo el gobierno va a implementar el programa «Quédate en México».
«Las personas pueden estar meses, hacinados en la frontera y no hay seguridad, de que les van a permitir entrar por este programa. Además, se estarían arriesgando, en gastar miles de dólares en ser deportados», sentenció.
Cubanos en México: en riesgo constante de ser deportados
En 2025, las nuevas políticas migratorias del presidente Donald Trump generan un impacto significativo en México. Y los cubanos en México pueden ser deportados como todos.
Con la reimplementación de medidas más estrictas para el control fronterizo y la deportación masiva de migrantes, miles de personas provenientes de Centroamérica y otras regiones han quedado varadas en territorio mexicano, enfrentando condiciones precarias.
El endurecimiento de las restricciones de asilo y la ampliación del programa “Permanecer en México” han sobrecargado albergues y aumentado la vulnerabilidad de los migrantes, quienes enfrentan riesgos como la violencia, la falta de empleo y la precariedad en servicios básicos.
Organizaciones humanitarias han denunciado violaciones a los derechos humanos y la falta de apoyo gubernamental para atender la crisis.
Las ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez y Tapachula han experimentado un aumento en la llegada de migrantes, lo que ha generado tensiones con las comunidades locales.
Ante esta situación, el gobierno mexicano ha buscado reforzar los acuerdos bilaterales con EE.UU., pero las soluciones todavía no llegan.
Mientras tanto, miles de familias continúan su lucha por un futuro mejor, atrapadas en un limbo migratorio que refleja los desafíos de una crisis humanitaria sin una solución clara a corto plazo.
