Luego de que la Isla se declarase en fase de contagio con casos autóctonos, el gobierno tomó medidas referidas a esta etapa epidemiológica, y la más controvertida hasta ahora ha sido la suspensión de bebidas alcohólicas (ron, cerveza, entre otros) en los centros gastronómicos para evitar la aglomeración de personas.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, se refirió a un nuevo conjunto de medidas para facilitar el aislamiento físico. Entre ellas, mencionó la suspensión de la venta de bebidas alcohólicas para consumir en centros gastronómicos, aunque se mantendrá el expendio para llevar. Esos centros cerrarán el servicio de salón y elaborarán alimentos solo para consumir fuera de los recintos.
O sea se podrá comprar las bebidas para tomar dentro de casa, lo que tampoco exime que se reúnan varias personas para ello en los lugares de residencia, pero de ahí parte la responsabilidad personal que solicita el gobierno de Cuba. No obstante ha habido varias reacciones al respecto en redes sociales.
“¿Ley seca en Cuba? En un país donde tomar bebidas alcohólicas es práctica social e históricamente acentuada en todos los sectores, me parece que será imposible. Aunque a muchos les vendrá muy bien”, dijo el usuario Yandry Fernández en Twitter.
Luego de este comentario, la revista Juventud Técnica aclaraba a los usuarios “que no hay ley seca. No se expenderá para el consumo dentro de los establecimientos, pero se pueden llevar a casa”.
Otro usuario cubano en Twitter, Camilo Condis, reflejaba que estaba de acuerdo con la medida. Aunque otro que se hacía llamar Mike, reflejaba que en la Isla los estantes en las tiendas estaban más llenos de bebidas que de comidas.
En el imaginario colectivo, e incluso internacional, Cuba es a menudo llamada la “Isla del Ron”, debido a una combinación mundialmente famosa de caña de azúcar, un clima caribeño favorable, y el conocimiento único “de los Maestros Roneros Cubanos”. Marcas ancestrales del ron a nivel internacional, como el Havana Club, Bacardí o el Matusalem. Debido a ello, causa polémica en la Isla, una medida de incuestionable valor.
Otra de las medidas para esta nueva situación en la Isla, es que se reordenará la transportación urbana de pasajeros, limitando la cantidad de personas por ómnibus, para mantener el adecuado distanciamiento.
De igual manera, precisó el ministro Marrero Cruz, que se realizará un análisis sobre las actividades laborables del país, que no resultan imprescindibles para determinar entonces su cese, manteniendo las de mayor impacto en la economía nacional, como la producción de alimentos.
A la par, agregó, se actuará con más rigor en el enfrentamiento a las ilegalidades y a las conductas que, en medio de la pandemia, ponen en riesgo la vida de las personas.
