Muchos de los candidatos presidenciales republicanos en Estados Unidos han instado a los políticos a considerar un retorno nacional al patrón oro, un movimiento que pudiera frenar la inflación y que conduciría al país a la era de estabilidad financiera.
El patrón de oro o “Gold Standard” pudiera convertirse en la solución a los problemas actuales de los estadounidenses. La inflación, el alto costo de la vida, los precios elevados y otros asuntos económicos pudieran resolverse gracias al regreso hacia este sistema monetario. Esto es que la moneda de un país está basada en una cantidad de oro predeterminado.
El gobierno norteamericano dejó de usar el Gold Standard en 1971, durante la presidencia de Richard Nixon y, desde entonces, ha estado utilizando una moneda fiduciaria. Sin embargo, muchos estadounidenses plantean que sería acertado el retorno a este patrón, que fija y respalda los dólares.
Un reciente informe de la Fundación para la Educación Económica (FEE) enumera las grandes ventajas de regresar al respaldo del dólar en oro, mientras otros especialistas niegan que pudiera realmente ayudar al avance financiero del país.
En tanto, otros expertos consideran que, si el precio del oro es fijo, la demanda continuará aumentando y disminuyendo, ya que las personas tienden a acumular oro durante los períodos de incertidumbre económica.
INFLACIÓN EN EE.UU
La Gold Standard Act de 1984, cuando Estados Unidos estuvo a punto de regresar a este método, establece una serie de medidas que argumentan la forma en que debía llevarse a cabo este regreso al patrón oro en Estados Unidos.
Por ejemplo, en el apartado “Restablecimiento de la convertibilidad en oro”, se señala que “en el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta ley, cualquier persona podrá cambiar dinero, monedas estadounidenses o letras del Tesoro por oro en cualquier banco de la Reserva Federal. Ese cambio deberá hacerse en monedas de oro o en su equivalente en lingotes”.
De manera general, los detractores del sistema afirman que el retorno al patrón no funcionaría por tres razones fundamentales: la cantidad de oro existente no alcanzaría para satisfacer las necesidades, el oro podría ser una moneda inestable y porque el restablecimiento del modelo en sí podría ser demasiado caro.
Michael Bordo, economista de la Universidad de Rutgers, reconocido como un experto líder en el estándar del oro argumenta que «si el precio al que se fija el oro es demasiado bajo, entonces obtendríamos una deflación a largo plazo como en los años 20 y 30”.
Mientras, un reporte de ABC News sobre el tema respalda el regreso de este sistema monetario y según el portal de noticias y análisis The Conversation, toda esta polémica por el Gold Standard, sobre todo los argumentos a favor, suelen resurgir periódicamente en épocas en que la inflación es intensa, como ahora.
