En Cuba pocos alimentos bajan de precio, al contrario: a mayor demanda los costos se elevan el doble o el triple de lo que valían meses atrás. Todos los derivados de la leche se han convertido en un “san grial” en la isla. Además de que conseguirlos resulta demasiado complicado, una vez que se accede a ellos hay que desembolsar una buena cantidad de dinero.
En Pinar del Río, por ejemplo, una de las provincias más afectadas por la carencia de materias primas para producir lácteos, una simple bolsa de yogurt ha llegado a valer 55 pesos de los 30 que antes costaba.
Fue el propio diario local Guerrillero quien informó de la estratosférica cifra teniendo en cuenta de que se trata de elaborados de empresas estatales. Si se recurriera al mercado informal un simple vaso del mismo producto ha llegado a valer más de 150 pesos.
“De igual modo, se encarecieron otros productos como el helado que, de 285 pesos por 10 litros en diciembre, pasó a 420 en el inicio de 2023”, reveló Wichel Rivera Machín, director de la empresa de productos lácteos y confitería Raúl Fornell Delgado de esta provincia que también se dedica a elaborar croquetas, panes, repostería, siropes, entre otros.
PRECIOS EN CUBA SIEMPRE AL AUMENTO
En el caso del helado este se comercializa en el mercado por cuentapropia a 1500 pesos la cubeta de 5 litros generalmente fabricada por estos negociantes con la propia materia prima sustraída de las fabricas estatales.
Rivera Machín acotó que “hoy es más barato importar una tonelada de leche en polvo que obtener su equivalente de los productores locales”, debido a que los campesinos no han logrado cumplir con la entrega del producto a las entidades estatales.
Para suplir la ausencia de materias indispensables en la producción del helado en el país se ha debido recurrir a la soya y a la crema de calabaza y las natillas para programas sociales como el sistema de atención a la familia (SAF).
En este país ya nada bueno se puede esperar sólo más miseria inflación y promesas banales