El Departamento de Estado de Estados Unidos, anunció que el próximo viernes, 29 de abril, los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de EE.UU, Joe Biden, abordarán temas migratorios y fronterizos en una conversación telefónica. La prensa mexicana cree que no es casual, tras el anuncio de la visita de Obrador a Cuba.
Aunque no se dieron muchos detalles, las fuentes afirman que el pedido de diálogo provino de la Casa Blanca en momentos en que Biden ha presentado un plan de deportación de seis puntos ante la potencial derogación de la Sección 42. Esta era la medida que obligaba a los migrantes a esperar la decisión de Estados Unidos en territorio mexicano.
Dicho plan de deportación vendría a fortalecer la frontera con México, y uno de sus puntos es mejorar la eficiencia y el manejo de casos en la frontera para paliar la saturación de las estaciones migratorias. No obstante, un juez federal de Luisiana anunció que bloquearía la decisión del gobierno de rescindir del Título 42 el próximo 23 de mayo.
Además la Casa Blanca se ha comprometido a acatar la decisión del juez de Luisiana al emitir la orden de restricción. Lo paradójico es que una vez que se levante el Título 42, la administración de Biden tiene la intención de expandir significativamente las deportaciones aceleradas en la frontera.
Con vistas a ello, también dialogó esta semana con representantes del gobierno cubano. Estados Unidos pidió a la isla que aceptara a más deportados, mientras ellos ofrecían más visados a través de sus embajadas fuera de Cuba. El gobierno de Biden quiere deportaciones rápidas y un reforzamiento de las fuerzas desplegadas en la frontera, a las que se suman otras 600 personas para Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Es muy probable que el presidente norteamericano brinde más aclaraciones a su homólogo mexicano en la conversación telefónica en la que, según el Departamento de Estado, López Obrador le pedirá a su vecino una nueva política hacia América Latina para atacar las causas originarias de la migración.
Otro objetivo de la iniciativa de Biden, según las fuentes, sería el enfoque de esfuerzos de varias agencias gubernamentales y la modernización de trámites utilizando herramientas digitales.
También impulsaría el trabajo con las ONG para que puedan recibir inmigrantes después de que sus casos hayan sido procesados en Estados Unidos y esperen una decisión sobre si pueden permanecer en los Estados Unidos o ser deportados.