Autoridades cubanas, a través de la Gaceta Oficial, prorrogaron esta semana la posibilidad de que las personas importen plantas eléctricas a la isla, en medio de una crítica situación energética y los continuos apagones, que tanto molestan a la población.
Según una nota aparecida en la prensa estatal, este 30 de marzo, el Ministerio de Finanzas y Precios extendió hasta el 31 de diciembre la posibilidad de importar plantas eléctricas siempre sin carácter comercial.
La entidad explica que esta decisión se tomó luego de constatar que la población sigue necesitando la adquisición de estas plantas para su calidad de vida, ante la crisis del sistema eléctrico en el país. Señalan que son muchos los “beneficios” que esta medida tiene para el sector residencial.
Esta medida, prorrogada ahora hasta finales de diciembre de este año, permite la importación de dos plantas eléctricas por persona de una potencia superior a los 900 vatios, cuyo valor referencial en Aduana excede el valor máximo permitido a importar por la vía de los envíos aéreos, marítimos, postales y de mensajería sin carácter comercial.
IMPORTACIÓN DE PLANTAS ELÉCTRICAS A CUBA
¿Cuánto habría que pagar en Aduana por una planta eléctrica importada? Según estas especificaciones, hasta 900 vatios, 200 dólares, de 900 vatios a 1500, 500 dólares, y de 1500 vatios a 15 mil, serían 950 dólares.
Las mismas pueden importarse como equipo acompañado, siempre que mantenga la factura de compra y este en su caja, y bien embalado. También como equipaje no acompañado durante envíos de diferentes paqueterías a la isla. Los visitantes extranjeros también pueden traer plantas eléctricas a la isla, pagando el impuesto acordado en Aduana.
La Aduana de Cuba es la entidad encargada de controlar la entrada y salida de mercancías, tanto de personas como de empresas. Su función principal es velar por la seguridad nacional y la protección de la economía del país. Los viajeros que ingresan a Cuba deben declarar todos los bienes que traigan consigo y pagar los impuestos correspondientes.
También se encarga de inspeccionar el equipaje y los documentos de los viajeros para detectar la presencia de artículos prohibidos o de contrabando. La Aduana de Cuba es una institución clave para la economía y la seguridad del país.
