Tras más de un año de suspensión, este jueves se restablecieron los vuelos entre la Isla de la Juventud y La Habana con el primer vuelo que conectó nuevamente a Nueva Gerona con la capital cubana, según informaron fuentes oficiales.
La aerolínea Cubana de Aviación anunció que la ruta La Habana-Gerona contará con dos frecuencias semanales, los martes y jueves, como parte de una “primera etapa” que se extenderá hasta el 27 de marzo de 2024.
El primer vuelo de esta reapertura despegó en la mañana del jueves con destino al Aeropuerto «Rafael Cabrera», entre La Habana y Gerona.
Héctor Simón, subdirector de operaciones, destacó la importancia de este servicio para la población de la Isla de la Juventud, señalando que la meta es no solo mantener, sino ampliar las conexiones hacia este municipio especial, a pesar de los «desafíos actuales».
El precio del pasaje se mantiene en 300 CUP “hasta el momento”, según reportó el Telecentro local Islavisión, que además indicó que se unificarán las listas de espera de Cubana de Aviación y Viajero, lo que brinda a los usuarios “dos oportunidades y un mismo destino”.
Retoman vuelos Habana-Gerona tras más de un año suspensos
Las oficinas comerciales de Cubana de Aviación gestionarán la venta de boletos en función de la disponibilidad. Aunque la aerolínea no especificó los modelos de aeronaves utilizadas, imágenes publicadas por Islavisión sugieren que el avión empleado en el vuelo inaugural podría ser rentado.
La reanudación fue celebrada por Islavisión como “otra oportunidad que se abre para el pueblo pinero”.
Sin embargo, esta reapertura llega en un contexto marcado por la histórica inestabilidad del transporte aéreo y marítimo hacia la Isla de la Juventud.
En junio de 2023, los vuelos La Habana-Gerona fueron retomados tras cuatro meses de suspensión por problemas técnicos en las aeronaves, pero cesaron nuevamente en octubre de ese año.
En esta ocasión, el servicio regresa con una frecuencia reducida a dos vuelos semanales, en contraste con las cuatro conexiones anunciadas en 2023.
Además de las interrupciones en el transporte aéreo, los residentes de la Isla de la Juventud enfrentan constantes cancelaciones en los viajes en ferry, lo que limita gravemente su movilidad y los aísla del resto del país, una problemática que continúa afectando su calidad de vida.
