Más de una decena de familias cubanas han sido beneficiadas con el “parole” dispuesto por el gobierno de Joe Biden desde que cerraron las fronteras a inicios de enero. Sin embargo, muchos otros no cuentan con otra opción que pedir a gritos el servicio de un “patrocinador” que les solicite los documentos para migrar a Estados Unidos.
Dado a que el patrocinio puede ser ejecutado por cualquier residente en Estados Unidos, ya que no se exige lazos de consanguinidad con el beneficiado, ha surgido últimamente una especie de negocio entre ambas orillas.
A lo largo de la ola migratoria desde Cuba hacia Estados Unidos se han dado casos extremos de fuga que resultan totalmente insólitos por lo cual la búsqueda pagada de un patrocinio no se halla entre los atrevimientos más inusitados. Los cubanos han emprendido sus viajes en tablas de surf, en las bodegas de aviones, en neumáticos de camiones y hasta se han entregado como parte de paquetería DHL.
Un joven cubano entrevistado por Diario Las Américas confirma que se quiere ir y que está dispuesto a hacer todo lo posible por encontrar un “padrino que se lo lleve”. Para ello, ha enviado correos a cuanta persona allegada conoce en el “más allá”.
“Es una apuesta segura”, contesta Yudiel al medio. “Me sufragan el viaje y la estancia un par de meses y yo les devuelvo sus gastos con lucrativos intereses, obtenidos por dos vías: vendiendo mis lienzos y trabajando en la recogida de naranjas o en una factoría. Lo único que quiero es salir de este infierno. Si no me voy de Cuba me vuelvo loco”.
PIDEN CAUTELA CON LA BÚSQUEDA DE “PATROCINADOR”
Por su parte, otro joven llamado Michel, abogado de un bufete habanero considera que el gran perdedor en este asunto no es más que el gobierno cubano que se está quedando sin mano de obra en edad laboral.
“Se está yendo gente capacitada, profesionales, la mayoría jóvenes”, precisa. “El país se sigue desangrando. No veo cómo se va a revertir el desastre demográfico que genera una emigración masiva. Desde luego, las autoridades estadounidenses deben fiscalizar con lupa el nuevo programa, porque pueden surgir modos delictivos como la trata de personas y la prostitución, camuflados con la supuesta bondad de un patrocinador”.
No han sido pocas las personas que han emigrado “engañadas” hasta Estados Unidos lo que pone sobre aviso a muchas mujeres que han recibido recientemente propuestas “demasiado bondadosas” de patrocinadores desconocidos.
TRATA DE MUJERES EN EE.UU
Tal fue el caso de Diana, una joven cubana que actualmente reside en Texas y que contó su experiencia al diario digital: “la persona que me trajo a Estados Unidos me engañó. Mi error fue enamorarme, hasta nos casamos. Me prometió villas y castillas y luego me utilizó. Me explotó sexualmente. No podía salir de él. Para dejarlo tuve que huir y renunciar a todas mis cosas”.
Tanto Diana como otras jóvenes que han ofrecido testimonios a los medios independientes temen por el posible negocio de trata de personas que pueda desplegarse tras la búsqueda desesperada del patrocinio.
No obstante, algunas mujeres han asegurado que prefieren correr el riesgo con tal de irse de la isla.
“En Cuba muchas jóvenes se prostituyen para comer o por una visa y se casan con un viejo extranjero que puede ser tu abuelo”, confesó otra entrevistada llamada Yasmín. “Hay muchas formas de prostitución. La que se vive en la isla es la peor. Tenemos que fingir lo que no somos. Marcharse del país encierra un montón de peligros que estoy dispuesta asumir”, añadió esta entrevistada.
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